Zegma

Claro que fui a la presentación de ese libro, que resultó ser una novela. La novela y el ensayo tienen propósitos diferentes, y la novela se permite licencias generosas, donde la realidad importa muy poco o nada, importa la verosimilitud y que el texto esté bien hecho. Ojo, el texto, no lo que dice.

Fuí sola porque mi esposo se quedó con mis monstrellas. Llegué a la sala que estaba casi vacía y las personas que estaban eran de la tercera edad. Con lo cual compruebo que este tema no le interesa a nadie o sólo a los viejitos. Miren, el autor de la novela rebasa los setenta años, es autodidacta, amateur en todo sentido: Investigó durante dos años a Sor Juana, se pagó la impresión de su libro y lo presenta en donde puede.Resolvió a su modo los veinte enigmas sorjuaninos que son un quebradero de cabeza, y en resumidas cuentas: el señor tiene un ímpetu envidiable. Y por eso, merece todo mi respeto. No apoyo su versión del asunto, pero creo que usó el nudo del amor por el virrey como eje principal de su historia. Como me dijo Raquelito, el romance prohibido vende y él lo necesitaba para tener punch con el lector. Dos de los tres miembros del presidium no estuvieron de acuerdo con la propuesta esa del Virrey.Rescaté al autor de una pregunta de una periodista con una cita de Dumas (sí, fuí una auténtica mosquetera) y me aplaudieron. Platiqué con Carlos Elizondo, quien resultó fan de Sigüenza y Góngora y tendimos un puente padrísimo entre una brecha generacional de, fácil, sesenta años de diferencia. Conocí a un vasco de nombre Béja y apellido impronunciable, que tras una larga explicación, me develó que su principal interés era la vida sexual de Sor Juana. Total, salí sola a tomarme un café (caramel macciato) al Starbuck´s de Avenida Juárez, mientras hojeaba la novela la cual, tenía muchas deficiencias: tenía un sentido estético, pero ni siquiera tenía un narrador bien conformado, no tenía un yo literario, pues.Los mecanismos de ficcionalización estaban incompletos, sentí que era mi abuelo contándome lo que él quiso entender o lo que él se quiso contar de Sor Juana. Sigo pensando que el tipo no sabe nada del proceso de creación barroco, porque motes como feminista, mexicana y demás son etiquetas descontextualizadas que no le quedan a la jerónima, y que son unos ingenuos por pensar que Sor Juana tuvo que haber estado enamorada para escribir así...y que amo lo novohispano, no me importa que no le interese a nadie y que vaya a conferencias sola. Sigo pensando que mi tesis sería una buena aportación a lo que se sabe de la cultura novohispana, y que ese boom de novelas colonialistas está bien, pero que se debe saber más e ignorar menos, para cerrar esa herida tan profunda que tenemos los mexicanos con nuestro pasado colonial, como si fuera la edad de la vergüenza, un error histórico de siglos, qué se yo.

Para entender esto, lean el post anterior.

Digo que esto es lo que pasa cuando alguien no entiende los procesos de creación de una obra literaria de la Nueva España.-Por la lejanía temporal del contexto cultural, se hacen afirmaciones como ésta. No es que Sor Juana no se pudiera enamorar de un hombre, una mujer o hasta de su confesor, o de un perro es que no hay un documento que sirva de base para decir esto. Y no hace falta. El contexto puede explicar perfectamente porqué lo mejor para Sor Juana fue meterse a un convento, donde por cierto, no iba a aprender nada, sino simplemente, ahí no perdería el apoyo de los Virreyes, era bastarda y no le importaba la vida “del siglo.” Eso sí lo dice, en el único documento personal que ella escribió, la carta a Sor Filotea de la Cruz. Si algo ella amó con pasión, fue el conocimiento, y el único documento que ella hizo por iniciativa propia, según dijo, fue El Primero Sueño ¿porqué no creerle? ¿porque tenemos necesidad de crearnos una imagen romántica de Sor Juana? Es que acaso los poemas que hizo serán mejores vistos a la luz de este “descubrimiento”?
Ahora bien, la creación para los barrocos no estaba fundada en elementos de lirismo al modo romántico (eso de escribir con el corazón en la mano, por despechos, pasiones y demás, visión por demás errónea, que ha perjudicado el respeto al trabajo artístico: el artista es un iluminado y todo se lo debe a sus arrebatos casi místicos, y no al producto de su trabajo) sino en factores de re-creación de ciertos lugares comunes de la literatura y de la mitología grecolatina, textos teológicos, documentos de tipo hermético, alegorías, emblemática, etc. La subjetividad y experiencia personal de la vida, la originalidad al modo que la concebimos ahora, pues todo eso importaba un carajo. Importaba, sí, la re- creación, esto es, la capacidad de darle un giro o viso diferente a algo ampliamente sabido: por eso podemos encontrar varios sonetos de sor Juana exactamente del mismo asunto, pero con tratamiento diferente. Aquí lo que valía era la capacidad del poeta de pintar el asunto con distintos colores y hasta dotarlo de otros significantes, otras alusiones, otras enseñanzas y comparaciones. Por eso podía Sor Juana escribir cuestiones de amor estando o no enamorada, por buena escritora por erudita y por ser un espíritu sin igual, y por tener personas que la valoraran y admiraran su obra, aún en una sociedad tan oprimida, Sor Juana escribió como lo hizo, no porque fuera una monja enamorada del virrey.

Descubren nueva faceta de Sor Juana Inés de la Cruz

El escritor mexicano Roberto Reyes afirma en su novela-ensayo histórico Los enigmas de Sor Juana, donde da explicaciones concretas, que el verdadero motivo por el que la Décima Musa decidió enclaustrarse fue que estuvo enamorada del virrey Antonio Sebastián Toledo, marqués de Mancera.

En entrevista señaló que “lo que yo hice con esta novela fue aportar una nueva faceta de la poeta Sor Juana Inés de la Cruz, es decir, la que se nos olvida a todos: su esencia humana, por lo que quise tratarla aquí no como una intratable o una intocable que siempre teníamos colocada sobre un pedestal, sino a una persona totalmente humana”.Tan es así que en su hipótesis concluye que la autora de Primero sueño realmente estuvo enamorada del virrey y que los personajes masculinos que aparecen constantemente en sus poemas (Flavio y Silvio) son en realidad, según su estado de ánimo, las imágenes de su amor imposible.“Esto demuestra, a mi juicio, que Sor Juana estaba enamorada de un hombre de carne y hueso, y que este hombre era el virrey Antonio Sebastián Toledo. No fue un capricho, ya que toda su vida estuvo enamorada de él”, asevera Reyes, quien asegura que ya resolvió los 20 enigmas que Sor Juan dejó al momento de morir. Afirma que Sor Juana, en ese entonces una mujercita de 17 años, “al darse cuenta de que podía caer en el pecado” decidió revelar su amor a su padre confesor, por temor a que la virreina o el Santo Oficio la acusaran de ser una adúltera; y sostiene que el virrey consideraba a Sor Juana la hija que nunca tuvo, por eso la trataba con tanto amor y humildad. Sin embargo, señala, Sor Juana siempre lo vio como un hombre del cual enamorarse. Por ejemplo, cuando tuvo que enfrentarse a los doctores en la Universidad Pontificia, el virrey la alentó a tener una confrontación digna y ella, como se sabe, los vapulea.La afirmación del novelista, ensayista y poeta es clara: “El virrey sí sentía un amor hacia Juana de Asbaje, pero era uno paternal, y ella siempre estuvo enamorada de él: Fue un complejo de Edipo al revés”, más si tomamos en cuenta que los hombres jóvenes y maduros andaban tras la belleza y los amoríos con Sor Juana. Ésta al no ser correspondida decide enclaustrarse, por consejo de su confesor. Reyes comenta que la suya “es una conclusión abrupta, de mi parte”, pero para llegar a ella, tuve que recurrir a numerosos libros escritos por especialistas y escritores, como Octavio Paz y Elías Trabulse, por mencionar a los más conocidos. Dice Reyes que la idea de obtener conocimientos en un claustro fue algo secundario en Sor Juana, ya que lo que a ella la lleva a entrar a un convento fue para disipar su amor hacia el virrey; y niega lo que otros historiadores opinan (que el virrey la acosara sexualmente o que Paz dijera que fue lesbiana). “En realidad, Sor Juana sentía un amor secreto hacia el virrey”.También niega que la poeta haya escrito la mayor parte de su obra “por encargo”, sino que la hizo “por sentimiento propio”, e incluso muchos poemas suyos los escribió cuando vivió en la casa virreinal, sólo que los mantuvo escondidos.Roberto Reyes enfatiza que “me ajuste a la historia: científicamente es válida mi hipótesis”, mediante una historia novelada de los 47 años, aproximadamente, de vida de Sor Juan, y en donde pongo fechas que entrelazan lo que sucedió tanto en el viejo como en el nuevo mundo o documentos de otros libros. A diferencia de los historiadores más escépticos y ortodoxos, Reyes asegura que en Los enigmas de Sor Juana utilizó “la imaginación y la fantasía”, pero aún así sigo sosteniendo que el virrey quería a Sor Juana como la hija que nunca tuvo. Actualmente Roberto Reyes escribe otro libro que seguramente también causará polémica en el mundo literario y académico: sus reflexiones personales sobre Don Quijote de la Mancha y Sancho Panza, a 400 años de sus primeras aventuras caballerescas.

El libro Los enigmas de Sor Juana, de Roberto Reyes, se presentará el jueves 24 de febrero a las 19:00 horas en el Museo Mural Diego Rivera del Instituto Nacional de Bellas Artes, con los comentarios de Carlos Elizondo, Carmen de la Fuente, Felipe Ko Canul y el autor. La entrada es libre.

Autor/Redactor: INBA

1.- Oír todo el maldito día a Luis Miguel y a mis compañeras cantándolo, prefiero las cumbias y a los Angeles Negros, Pasteles Verdes, Johnny Laboriel y demás colores antes que a ese conato de Julio Iglesias a la mexicana, ¡que se ponga un jacket en esos dientes, por Dios!

2.- Que compañeros no vengan y tener que hacer su trabajo.

3.-Gisela:Fulanita dijo que me iba a enseñar a Folear
Wendy: FoLIAr (o follar, debí decirle, que buena falta le hace)
Gisela: Bueno, así es como ella me dijo ¿qué quieres que haga?
Wendy: Pues te dijo mal.
Gisela: Sí pero así me dijo.Yo lo paso al costo. Y me va a prestar la foleadora mañana....
Lo único lógico que se me ocurre es que Fulanita tiene la foliadora y la trabaja diario. Ergo, debe saber mejor que yo su nombre.

4.- Que me agarren de consultora de ortografía y/o diccionario parlante. Lo cual, dicho sea de paso, a falta de talento ( talegas me sobran, por supuesto) es mi única virtud.

5.- Tener que participar en pláticas insulsas sobre chismes de gente que no odio, así que no me interesan. Preferiría hablar de sexo o de los traumas psicológicos de cada quien, pero no quieren.

6.- Que me ordenen que me pinte porque sin maquillaje, traigo cara de nalga. Y pintarme en el baño a las doce del día.

7.-Que las compañeras me digan: Yo con una barrita de linaza de all bran y un yoghurt light, quedo hasta acá. Y como hasta las seis. Y me señalen su gaznate y hagan cara de asco, cuando les acabo de decir que me eché dos huevos rancheros, café con leche, coca cola y un pan dulce.

Regresé del dentista, donde leí Entierro (1400 por la muela, carajo) y me quedé dormida. Tuve un sueño muy raro, en el que aparecía Roberto Bolaño como uno de los amiguetes del buen Percy. Estábamos todos juntos en la casa de mi ex- amiga y yo veía a Bolaño muy nostálgico (como en sus fotos). Entonces me acercaba y platicaba con él. Hablábamos de muchas cosas, casi sentía yo que él era mi alma gemela, hasta me atraía un poco (en mis sueños soy toda una diosa seductora); de pronto me decía que él había escrito colaboraciones para una revista que llevaban los cuates y mi ex- amiga, y yo me sentía de la jodida porque mi aspiración desde hace mucho, es hacer una revista literaria-cómico-cultural, y me encabronaba que no sólo no me hubieran invitado, sino que ni me hubiera enterado del caso. Lo cual siempre pasaba con mis amigos, pero en fin.
Entonces, toda molesta, largaba al pobre Bolaño y reparaba en que los anfitriones de la reunión no me habían pelado, ni saludado siquiera. Y que yo estaba enojada con ellos. Y de repente estaba en una escena del cuento que acababa de leer (Entierro) en lo alto de un cerro oaxaqueño, donde caminaba cuesta arriba afanosamente, queriendo sacar ventaja de mi ex-amiga enojada que estaba atrás de mí (no me pregunten porqué pero lo sabía) y sintiendo un miedo atroz de voltear hacia atrás y sentir vértigo por la altura de la sierra oaxaqueña, donde nunca he estado, así que más bien parecía michoacana. Mucha gente estaba a mi alrededor, pero no podía verles la cara. Bolaño había desaparecido, como si su imagen fumando y la de la sierra fueran incompatibles. Algo que me odiaba venía por detrás mío. Y esa sensación era espantosa. Toda asustada, me reprochaba porqué no me había cogido a Bolaño cuando pude, cuando lo tuve ahí, tan cerca, y así haberme contagiado con sus fluídos, de algo de su talento para hacer un trabajo monumental aún en vísperas de la muerte, como él lo hizo y no estar poniendo delirios de sueño de influencia bolañesca pero sin talento, mientras me tomo un café con coffe-mate (¡la pareja perfecta!) y unas gorditas de maíz rancias envueltas en papel de china azul chiclamino que encontré en mi bolso.

Ya saben que me encanta lo novohispano y los trasuntos religiosos que dejaron secuelas en nuestro país.

Ya no sabe uno a quién encomendarse para que los enemigos cierren el hocico, si a San Ramón Nonato o a San Juan Nepumuceno.Para el primero, chéquense esta nota del Crónica (click en el título del post), y del segundo, les digo yo:

San Juan Nepomuceno, Mártir. Año 1393.
Nació en Bohemia (Checoslovaquia) hacia el año 1250, en un pueblo llamado Nopomuc y de ahí se le puso el sobrenombre Nepomuceno.
Fue párroco de Praga y obtuvo el doctorado en la Universidad de Padua. Después ocupó el alto puesto de Vicario General del Arzobispado (o sea el segundo después del Arzobispo) lo cual significa que era un hombre de total confianza para el prelado.
Pero el rey de Praga, Wenceslao, se dejaba llevar por dos terribles pasiones, la cólera y los celos y dicen las antiguas crónicas que siendo Juan Nepomuceno confesor de la reina, se le ocurrió al rey que el santo le debía contar los pecados que la reina le había dicho en confesión, y al no conseguir que le revelara estos secretos se propuso mandarlo asesinar. Luego el rey tuvo otro gran disgusto y consistió en que el monarca se proponía apoderarse de un convento para darle sus riquezas a un familiar, y el Vicario Juan Nepomuceno se le opuso rotundamente, porque esos bienes eran de la Santa Iglesia (oséase defendía las lanas).
Entonces el rey mandó que al padre Juan lo ataran doblado, con la cabeza pegada sobre los pies, y que lo lanzaran al río Moldava. Fue en el año 1393. Los vecinos recogieron el cadáver y le dieron santa sepultura.
En 1725 (o sea más de 300 años después de su muerte) una comisión de sacerdotes, médicos y especialistas examinó la lengua del mártir que estaba incorrupta pero seca y gris. Y de pronto, en presencia de todos empezó a esponjarse y apareció de color de carne fresca, como si se tratara de la lengua de una persona viva (óraleeeeeee). Todos se pusieron de rodillas y este milagro, presenciado por tantas personas y tan importantes, fue el cuarto milagro para declararlo santo.
Desde su muerte siempre San Juan Nepomuceno fue considerado patrono de los confesores, porque prefirió morir antes que revelar los secretos de la confesión. También ha sido considerado Patrono de la buena fama, porque prefirió el martirio a permitir que la buena fama de una penitente fuera destrozada.
En Praga, en el puente desde el cual fue echado al río, se conserva una imagen de este gran santo, y muchas personas, al pasar por allí le rezan devotamente.
San Juan Nepomuceno, pídele al buen Dios que nos envíe muchos y muy santos confesores y amigos confidentes. Así sea, hermanos míos.

Literalmente: me caigo de sueño. No me he echado mi siesta de tres horas a media semana, hago mi hora diaria de ejercicio, leo y mis hijas...estoy exhausta. Después de un copioso desayuno consistente en bisteck con salsa de pasilla, frijoles refritos, tortillitas, cola (light jamás!) y un cafecito con leche, dudo que pueda mover algún músculo.
Ah es que Argelia (la chava que hace los desayunos que menduco a diario) cocina riquísimo y ahí tiene desde primera hora a diversos parroquianos, esperando el platazo. es todo un personaje esa Argelia. Si es cierto que a los hombres hay que darles sexo y comida, ella tiene la guerra ganada en cuanto a comida se refiere.De sexo la neta no sé. Abre desde muy temprano, acaba tardísimo, se da a querer y gana el sueldo mínimo. Tiene un jefe huevón y fijado, con el que lleva más de 20 años (trabaja desde niña, desde que murió su papá). Argelia es eficiente en grado sumo, puede atender a treinta personas sin encamotarse, sin perder la sonrisa, sin perder la migraña que la aqueja con insistencia.
Ustedes pensarán que es un ser abyecto, sin ninguna dignidad, que no valora sus habilidades. Porque si pusiera ella una fonda, nos largamos todos los clientes y al viejo huevón se le cae el changarro.Que trabaja como mula y le pagan una miseria. Yo veo eso y la conmino a que ponga su propio negocio.Pero entiendo sus razones, todo mexicano que se precie de serlo las entiende. Y hasta las ve con cierto heroísmo, con sentido de abnegación, en el sentido etimológico de la palabra ab - negatio, negación de sí mismo.He llegado a la conclusión de que Arge no es un ser abyecto en manera alguna, porque yo no hago de comer como ella. Y he concluído que a ella no le interesa el dinero, sino su actitud heroica ante la vida, ésa es su ganancia secundaria. No le interesa el dinero, sino el cariño de la gente, que la vea como una segunda mamá, alguien que te estira el plato y una sonrisa.Cuando pienso todo esto, no sé si alegrarme o entristecerme de que los mexicanos seamos así. Que tengamos tan metido en la médula del seso la dicotomía pobreza-virtud tan a la Ismael Rodríguez. No lo sé.
¿Qué hará de desayunar Argelia mañana?

Ya voy agarrando el ritmo otra vez.Ya leo más y mejor, más rápido, de 50 a 100 cuartillas diarias. Continúo con 2666, que se me hace eterna, pero me gusta igual. Fuimos el viernes mi querido y yo a comprar libros y compré la vida de Fray Servando, de Christopher Domínguez, un libro de estrategias de estudio, Vida con mi Viuda de José Agustín, busqué inútilmente El Rastro, de Margo Glantz y Lo Barroco, de Eugenio D´Ors. Mi bodoque se compró un código X que todavía no sé de qué rama del derecho es, lo cierto es que voy a tirar a la basura todos esos códigos suyos con forrito de plástico que atiborran los libreros, algunos son de 1998 y ya chole. Lo siento precioso, pero son librejos desechables. Como tu Código Da Vinci, como el de Mario Ruiz Massieu, más que los de Luis Pazos, más que los del zapatismo - menos el de Hernán Becerra Pino, claro-.Tengo una cantidad espantosa de libros en nuestro departamento del meritito Centro Histérico de la Ciudad, los libreros casi truenan las duelas, atiborrados vertical y horizontalmente. Estoy a punto de hacer lo que cierto personaje de Vargas Llosa, Don Rigoberto (¿o era otro?), cuya biblioteca estaba formada por X número determinado de libros. Ni uno más, ni uno menos. Si alguno entraba dentro de la colección, entraba en lucha encarnizada con otro, que iba a perder su lugar. Y como no considerara digno de sus ojos ese libro saliente, pues no valía hacerle esa descortesía a nadie más, así que no lo regalaba ni lo vendía: iba directamente a la basura.

Comencé con el de técnicas de estudio y confieso que tenía una idea muy equivocada y grunge de lo que es la preparación de exámenes, trabajos y todo eso. Es todo un arte, una disciplina del Gran Shaolín que estoy dispuesta a probar.Quiero mi tesis, quiero una maestría, quiero largarme a España, o por lo menos aspirar a eso legítimamente y no lo podré hacer si no sé estudiar. Más vale tarde que nunca.

¡Ah!, les voy a hacer un resumen de las técnicas, quién sabe y les sirve.

Quiero aprovechar para saludar a todos mis compas del blog. Dirán que pobre loca de mí, porque tengo una tonta necesidad de caer bien, ando en la orfandad y es de lástima que mis "amistades" sean vía internet, ellos seguramente deben tener amigos "en persona", yo tengo mis compañeros del trabajo, pero bueno, amigos realmente, no. Los "desconocidos del blog" me han aportado muchas cosas. En serio, yo despotricaba de los chats y ponía muy en duda los beneficios -y la salud mental- de una amistad o amor online.Hasta que me quedé seca. Sola y seca.Y mi hermana me enseñó su blog. Y me hice el mío.

Me metí a esto más bien por una catarsis, pero Percy (bro de mi ex mejor amiga) recomendó a Mauriki, y de ahí a Espartaco y me cayeron bien, conocí su trabajo, sus vidas, sus procesos creativos y sus problemas para escribir y fué un regalo por el que no dí nada. Pero los atesoré. Los leía pero no les comentaba nada, hasta que Mauricio dijo que no podía creer que a alguien le interesara su blog. Temí que desapareciera su bitácora (qué ingenua) y le puse mi primer comentario y de ahí a los demás... y de ahí a Shiva y me reí de lo lindo y Ariel y casi oigo los acordes de "bajo del mar" y me acuerdo de La Sirenita. Y luego Raquel y Lino me compartieron algo desde Vancouver, sus aficiones, sus gustos y otra actitud, la de becarios que estudian por allá. Fernando desde Brasil...Desde entonces, me sentí mejor, ya no tan sola o acompañada en mi soledad, cuando me siento como alguien más. Todos, hasta los diletantes, me han dejado algo, y quiero agradecerlo el día de hoy. Les agradezco su paciencia con mi absurda actitud autoconmiserativa, que no es otra cosa sino soberbia y vanidad solapadas, su tiempo, su buena onda. GRACIAS.

El miércoles me suspendieron en el trabajo por retardos, así que me fuí a la Facultad. Planeaba comenzar con otra asesora y empezar una nueva tesis sobre la biografía de beatas embaucadoras o monjas, o lo que se le pareciera sobre literatura novohispana paradigmática. Y haciendo acopio de la mayor de mis voluntades, pensé darle la cara a mi antiguo asesor, para decirle adiós a cuatro años de trabajo infructuoso. Tuve una horrible experiencia con Margarita Peña, que me traumó con los maestros, horrible.Necesité terapia gestalt para salir de eso, de hecho, no lo supero bien todavía.Llegué al salón donde daba su clase, me conmoví hasta las lágrimas, me temblaron y sudaron las manos, recorrí nerviosa el pasillo una y otra vez, leí 2666...y cuando lo ví, me miró sorprendido y le solté mi choro culpígeno y agachón: "Hola maestro, mire yo creo que el proyecto de tesis ya no se realizó y no quiero hacerlo perder el tiempo, me da mucha pena con usted porque las cosas no han salido por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa..." Me miró y me dijo que me olvidara de eso. Que podemos acortar el plan, para que sea pequeño y no salgan 50 cuartillas sólo de contexto(así era el plan, neta). Que no nos vamos a meter en la emblemática barroca.Que no deje esa tesis, que sí es una aportación -y no como tantas de Juan Rulfo (este nombre es mío, claro)- para la cultura del certamen literario en la Nueva España, su carácter lúdico, de fiesta y de jolgorio. Algo tan americano, tan nunca tratado, tan ignorado.Y algo que conozco, que puedo hacer.Que tengo una redacción de la jodida (y yo dando clases) pero que él me ayuda.

Que él nunca se va a enojar conmigo porque me comprende. Así que me citó otra vez y me despidió como si nada.Que sí recibió mis mazapanes toledo de navidad, que gracias y luego se fué con una chica blanca, lánguida y muy guapa.Desde que salimos del salón hasta la entrada de la facultad, respiré aliviada. Mi hermana pasaba por ahí y después de presentárselo y despedirlo, me dijo que parecía un troll.Es el hombre más peludo y barbón que conozco, contesté. Cuando lo ví de lejos, su acompañante era un hada, y sí... él era un troll.Pues sí que es raro, le dije.

Ayer regreso de mis ejercicios (camino como chimpancé por el dolor de piernas) feliz de la vida, duermo a mis hijas, entro a nuestra recámara y le hago ojitos a mi esposo, quien ve el periódico y me pasa la sección cultural.La leo y me entero de que a un compañero de generación, la fundación Juan Rulfo le acaba de publicar su libro relativo a la recepción de las obras de este autor. El huraño pero siempre circunspecto "puma" (porque siempre usaba una chamarra de pumas) es ahora todo un doctorando del Colmex, a quien dedicaron la primera plana de la sección cultural del Universal. ¡¡¡Y yo de archivista y sin tesis!! N´ommmbre.Mi libido a causa del porno pack de Sky se fué a un parsec de distancia.Mi esposo me dijo que qué tonta y frágil era. Y tiene razón, pero ¿acaso nadie ha deseado vivir una vida ajena? Esta curiosidad malsana de enterarse qué fué de los compañeros que estaban al parejo que nosotros en algún momento de la trayectoria académica es un martirio que acostumbro dosificar. Ayer me cayó de sopetón

Anatemicé mi vida actual y las decisiones que me llevaron a donde estoy ahora. De nada sirvió enfilarme hacia mis fortalezas: la alusión a mis hijas, de cinco y dos años, bellas y sanas, mi relación con mi sexy y consentidor esposo, dos coches, no pagar renta, mi trabajo, mal que bien, estable en estos tiempos de mierda. Nada, nada me quita mi parchesote de LOSER de la frente. Y mañana iré a la facultad...mecachis.

El domingo fuimos mi hermana, mi esposo y yo a Coyoacán. Me declaro fan del Coyoacán style, tan adormecedor, tan fácil, tan light, tan caro, tan buena onda.Pero esta vez, me sentí vieja. Nunca tuve ningún recato para colgarme cuanta cháchara encontrara (Pável me decía que tenía un estilo galindesco en honor a Carmen Galindo) pero esta vez, creí que me vería ridícula, todo me gustó, pero suspirando, le hice el fuchi, pensando que eso no me daría la juventud y los bríos de antaño. Mi hermana me dijo que era la crisis de los treinta, que afecta a buen sector de los bloggeros que ella lee eventualmente, que eso no significaba más, que era sólo un número.Pero que todos los que bordeamos esa edad no podemos evitar hacer un balance de lo que hemos hecho en la vida.Y casi siempre el resultado es desfavorable, en mi caso, devastador y vergonzante.Compramos unos dibujos a lápiz de un artista polaco que le cae de perlas a mi hermana (luego ví que eran fotocopias y me sentí estafada), una almohada y nos fuimos de ahí. Creí que si me colgaba todas esas cosas coyoacanenses, antes un bálsamo alternativo y jovial para mi vida clasemediera convencional-burocrática-ama-de-casa, me iba a parecer a Lucila Mariscal en su papel de Lencha y no, francamente, prefiero ser una gorda auténtica y no mexican curious. por lo menos llevar el fracaso con dignidad y no con bolsas de peluche. Casi me compro un elfo, por cierto.