jueves, febrero 10, 2005
Simone Weil
- Ofrenda: no podemos ofrecer otra cosa que el yo. Y todo lo que llamamos ofrenda no es sino una etiqueta puesta sobre algo que reemplaza al yo.
- Todo lo que en mí es valioso, sin excepción, proviene no de mí, sino de otra parte, no como don, sino como préstamo que debe ser renovado sin cesar.
- No poseemos más que aquello a lo que renunciamos.Aquello a lo que no renunciamos se nos escapa.
- Ser nada para estar en el todo, en el lugar que a uno le corresponde.(por eso soy burócrata, yes!)
- La renuncia exige que padezcamos angustias equivalentes a las que nos causaría en la realidad la pérdida de todos los seres queridos y de todos nuestros bienes, incluídas nuestras facultades y las justas adquisiciones, además de las creencias sobre lo que está bien y es estable, etc.
- Es preciso desarraigarse. Cortar el árbol y hacer con él una cruz, y luego llevar esa cruz todos los días.
Apud Ernesto Priego.