viernes, marzo 24, 2006

Mail

Hola Papá:
Carambas, ayer ya tenía la respuesta a este mail, ya casi iba en la despedida, y Belén llegó, oprimió no sé que botón y se borró todo. Más o menos te decía esto. Que no te llamé luego que hablaste con N. porque acabábamos de hablar tú y yo y creí que esa llamada ya estaba hecha, que luego se me descargó el teléfono, me suspendieron la línea del departamento y ok., tuve la culpa por no hablarte desde el módulo de vigilancia, pero me da pena que me estén viendo y oyendo todo, los polis. Son chismosos. En cuanto pude, te marqué. Otra cosa que pudo haber pasado es que con frecuencia, no oigo mi celular.
De la revista, estoy contenta por eso.Prefiero ganar poco menos y tener trabajo seguro. Tal vez sería mejor ver cuántas páginas tiene la revista, y llegar a un precio unitario. La revista de béisbol me la pagan en 2 mil pesos aprox, pero luego de lo que me retienen se hacen como 1800 o 1700. En fin, hay que ver.

Ahora, tu último párrafo es ambiguo, reticente. Como que dice y no dice. Lo que tengo claro es que me ves perdida y que soy una mentirosa. A lo perdida, es cierto. No negaré eso y lo único que puedo decir es que el diario a diario no es fácil para mí. Trabajar,ir por las niñas a la escuela, tenerlas y estar con ellas en casa, más las cosillas de la casa que hay que hacer, es algo cansado. Me propongo hacer esto o aquello, y nunca me salen las cuentas, nunca termino de hacer lo que yo quisiera, el día no me alcanza y me canso rápido. Si esto se repite meses o años, llega el momento en que te sientes harto, sin ver más allá de tu nariz y con pocas expectativas para el futuro (¿de qué sirve que te plantees hacer esto o aquello si nunca tienes tiempo?) por mucha organización que le ponga, es inútil.
No me quejo. Pero si alguien debe reconocer lo poco o mucho que hago, soy yo. Y quiero tener a mis hijas conmigo, no quiero que vivan lo que yo pasé. Tampoco quiero quedarme en el camino, pero ya entendí que las cosas con ellas encima, son más lentas. Entonces mi camino no va en línea recta y ascendente, tal vez se parezca más a un laberinto o a un torbellino, como mencionas. Me siento confundida con frecuencia. Me falta ímpetu porque todo me ha salido mal, y yo tengo la culpa. Estar demasiado consciente de eso, todo el tiempo, me hace daño. Acabo por no querer intentar nada por miedo a fracasar.
En cuanto a las mentiras, debes referirte al dinero o a compromisos que no he cumplido. Eso va ligado con lo anterior, pero nunca he mentido. No he pagado mis deudas contigo, pero no he mentido. El coche está pagado y tengo los talones. Lo de M. no es cierto, ella no quiso pagar los peritajes y creyó que eso estaba incluído al pagarle a N. Intuyo a lo que te refieres, pero bien a bien, no lo sé.
Te agradezco mucho que me ayudes. Pero en realidad, no veo mucho por hacer. Lo que yo requiero es tiempo para hacer cosas que me permitan avanzar y tiempo tampoco tienes. Me ayudaría mucho saber que a pesar de todo, aunque no sea cierto, soy digna de tus expectativas hacia mí y no te he defraudado. Con eso sería suficiente.
Te quiero mucho,
Wendy.

Retiro y choque

Ay los budistas son bien lindos. Llegamos tardísimo, casi al anochecer y Juan nos ayudó a poner la tienda. La oscuridad no impidió que la pusiéramos en una pendiente que provocó que en la noche rodáramos en los sleepings y le cayéramos encima a Montse. Esa noche llegó tarde Arlén, y se durmió con nosotras, ni pensar en poner su tienda a oscuras. Nuestra macro-tienda parecía hotel. Al día siguiente estábamos desveladas y medio dormidas en la meditación.
- Mufasa (así le dicen a Dharmachari Upekshamati, porque su nombre se les hace impronunciable) Mufasa está bien bonito- dijo mi cuñada.
- ¿Bonito? Bonitos los perros, Lulú, está buenísimo- saboreó Montse.

Esa fué la revelación del retiro. En los siguientes dos días, fuimos un cuarteto de viejas sólo viendo a Mufasa. Y de verdad que sí está bonito. Tiene cuerpo de yogui, perfil apolíneo, ojos verdes y pestañas enormes y rizadas. Sólo su prominente calva entorpece un poco el asunto, pero era claro que no nos importaba. Yo había visto a Mufasa muchas veces, pero calor de Cuernavaca + yoga hacen que una vea cosas con otros ojos.
Yo insistía en que era gay y ellas decían que no. Como sea, está guapo y me dí cuenta que podíamos formar un clan como el Trevi- Andrade siguiendo el sendero de la iluminación, claro, y no el carisma y ciertas protuberancias de nuestro guía espiritual.
Cuando subimos al monasterio Benedictino, estaba en el lugar correcto (es la orden de los exorcistas). Se me pegó (literalmente) un aspirante a monje de 24 años cuando andábamos un grupito de 6 pimpollos en el monasterio. Me platicó:Los monjecitos crían hámsters rusos y pajaritos para vender. Hacen pan, velas y mermeladas, mas sus cosas. Nos enseñó el panteón (ni muertos salen los monjes de ahí) y explicó lo inexplicable. Las otras pimpollas se bajaron y yo me fuí con el conato de monje a exorcizar unas medallitas que había comprado. Pasé con otro padre,hizo lo propio, me despedí y me uní con las pimpollas.
Otra cosa, la comida vegetariana es deliciosa. Platiqué con todos y desobedecí la orden de silencio. Mi cuñada y Montse jugaron y acariciaron a un perro sarnoso, yo estaba horrorizada.
El último día, Mufasa cayó en nuestra mesa a desayunar y platiqué con él. Estaba encantado con las histerias pseudoporno-grotescas de las monjas del siglo XVII, y yo estaba feliz de contarle cochinadas y que se riera. Éramos almas gemelas.
El retiro acabó, y ya en carretera, una guapa venezolana deshizo el cofre de su coche metiéndose debajo de la defensa de la camioneta de mi suegro. Yo iba hasta atrás con mis hijas y sentí el empujón, pero nada para alarmarse. Mi suegra se puso fúrica. La defensa de la Suburban se deshizo. Mi cuñada y yo veníamos iluminadas por el sendero del Dharma y por los monjes exorcistas, todo nos era mínimo. Salvo eso y la pipa volcada en la carretera, todo estuvo bien. Le dije a mi esposo que lo había extrañado, y el muy ingrato me respondió un "sí, como no" bastante sarcástico. La verdad, soy una incomprendida.

viernes, marzo 17, 2006

Retiro

Ayer andaba agresiva porque se me acabaron mis pastillas, por eso puse tantas groserías en el post anterior, pero claro que extraño al Stanley.
Mañana, luego de mi curso de lectura rápida, me voy a un retiro budista en un monasterio benedictino (¡!) en Morelos. Regreso el lunes. No tengo dinero, pero mi suegro pagó la mitad de mi cuenta con tal de que acompañe a mi cuñada y a otra amiga de ella.
Llevamos mi casa de campaña, la que nunca he usado. Espero que algún miembro de la Sánga sepa armar esas cosas. Planeo morirme de hambre con el menú vegetariano, así que llevaré algunas conchas bimbo por ahí, o galletas para mordisquear. Estoy contenta, tal vez estaría más si tuviera por cierto que nos acompaña mi hermana, pero todavía no sé.
Verán, mi cuñada y su amiga (y mi hermana también iría) en plan de ver quién es el nene más lindo de la Sánga y yo no.Juro que yo no, a ellas les gustan casi adolescentes y a mí no. Además, soy casada; ellas son más chicas que yo. Me aterra quedarme solita musitando mantras y comiendo una chapata de tofu, mientras aquellas loquean de lo lindo y evocan otro tipo de mantras.
Voy a ver.
Hasta ahora, ando con los budistas en un plano meramente de "a ver qué", porque con algunas prácticas me siento bien. Mi cuñada anda voladísima.
Yo a veces me siento una traidora con mi fe católica y a veces me siento bien con el budismo, y así oscilo. Los miembros de la Sánga son gente abierta, pero no he tratado con nadie y finalmente, andar solita es algo que me haría bien, mucho bien, no se qué tanto.
El miércoles les cuento cómo me fue.

jueves, marzo 16, 2006

Carta a Paquito

La verdad es que busco y rebusco un pesado como tú en la tele, un payaso que haga chistes de patiños como tú lo hacías, alguien que regañe al staff por las cosas más estúpidas. Alguien tan repulsivo pero que maneje al público a su antojo. Y no encuentro a nadie, Paco, en las mañanas sabatinas cuando amanezco de malas y sólo quiero reírme un rato de las miserias ajenas, sólo quiero pisotear a risotadas al que tenga cara de más estúpido que yo, y no encuentro a nadie cerca.
A nadie, Pacorro y te extraño. Extraño tu cara de cereal inflado, extraño tu mirada de águila, tu voz de locutor, tus poemas cursis y malhechos, los extraño. Es ingrato cómo porque te mataron como un narco y porque llevabas coca, te hayan borrado de la memoria del entretenimiento nacional. Nadie ha levantado los ratings de las tres de la tarde como lo hacías con tus programas. Me hacías reír en la mesa cuando comía con mi suegra, me ponías de buenas antes de coger con mi novio y eso, Paco, no lo olvido. Diría que no tiene precio. ¿A quién mierda le importaba si traías un gramo en cada narina?¿a quién le importaba? Así es el show bussiness y los hay más drogados y más pendejos. Paco, te extraño. Daniel Bisogno te imita y me saca arcadas, conatos de sonrisa. Tú me hacías escupir la sopa enfrente de mi suegra y eso no tiene precio. Temo que comience a gustarme Saturday Night Live.
No encuentro nada los sábados por la mañana. Y esas piltrafas que formaron tu audiencia, ahora se persignan por la coca, la coca y tus cuentas en las islas caimán. Malditos mexicanos puritanos, puritanos hasta la mierda, que no perdonan lo que permiten a diario. ¿cuál era el maldito precio de hacerlos reír, muertos de hambre? Esto se politiza, Paco y agarra tintes moralistas y antinacionales. Me voy, Stanley precioso, yo sí te recuerdo, quiero que eso quede claro,y te busco en la tele, y busco sentirme otra vez de buenas como hace años, muchos años ha.

This page is powered by Blogger. Isn't yours?