sábado, abril 30, 2005

Mujer Verbo Irregular

Andate, le dijeron las gordas, llévate tu libro de Roa Bastos, allá abajo hay un teléfono. No lo llevaron afuera del lugarcete, sino escaleras abajo, donde había una especie de sótano con un tablao enmedio, y al lado mesas y sillas de hierro. El chico bajó y se sentó a desgano en una silla cualquiera, cerana al tablao, sollozando todavía por el susto ese de las gordas y el dinero. A poca distancia, estaba una sentada mujer robusta, con un vestido rojo de bailaora de flamenco y un libro ininteligible en el regazo, quien lo vió con mucho interés, era bonito, el chico:
-¿Cómo te llamas, te puedo ayudar en algo? le preguntó ella
-Eso no importa- contestó él insolente, -¿te gusta leer?
-Algo, de vez en cuando lo hago.
-Entonces toma estos cuentos, supongo que te harán el rato llevadero, le dijo el nene -¿Cómo te llamas tu?
-Mi nombre es raro. Me llamo María Encarnación del Verbo Irregular. Muchas gracias por tus cuentos, no los puedo leer ya mismo pero nos podemos ver de aquí a dos días en el café, ése donde el espectacular de los calzones, a las seis ¿te parece? Ya tengo que empezar mi número y no hay nadie más que tu.
-Vale y me das tus comentarios. Anda ya.- le dijo el nene
Ella se levantó y le dió un beso en la frente, que permitió ver al chico un escote conteniendo unos senos generosos.
La mujer se metió entre las cortinas del lado derecho y preguntó algo inaudible y luego gritó enojada ¡¿Cómo que no ha llegado?!. Al poco rato, comenzó a sonar una guitarra y un cajón. Encarnación salió aplaudiendo y meneando a más no poder sus enormes caderas redondas. El chico vió mejor de grandes ojos cafés, era alta y joven, robusta pero curveada, con el cabello oscuro a la cintura, sin duda rebozada pero su abundancia esquivaba, por mucho, la obesidad, era voluptuosa. De enormes nalgas y tetas, que se agitaban en pequeñas convulsiones a cada zapateo continuo.
Lo miraba directo a los ojos y eso, mas sus marcadas ondulaciones, lo ponían nervioso. De tanto elevar y bajar los brazos, el vestido sobre los senos provocó que se asomaran los enhiestos los pezones. Movía cadenciosamente la cadera y la abertura del vestido era prominente, dejando ver una bien formada pierna.
-¡Aplaude nene! ¡Así! , le decía entre gimoteos de esfuerzo y poco a poco, fue bajando las escaleras, decidida a animar a su espectador. No hace falta decir que el nene estaba aterrado. Sobaba con fruición a su librito de Yo, el Supremo, su única defensa. Tampoco hace falta señalar el bulto que el nene ocultaba debajo de la bragueta y que clamaba imperioso por vencer los obstáculos de la tela.
A media escalera estaba, dispuesta a tomarle una pierna al chico (las tenía bastante buenas, traía un pantaloncillo corto) cuando a lo lejos se oyó una voz varonil y luego aplausos. Salió al escenario zapateando portentosamente un hombre alto de nariz perfecta, ojos azules y rulos.

-Ya llegué preciosa, te dije que ahora sí te tocaba- dijo con la mejor voz, la más fresca, mientras la miraba fijamente. La mujer volvió por sus pasos y regresó al escenario, sonriente, se le acercó bailando y le susurró algo al oído, como qué tarde llegas. El hombre la miró y sonrió, dedicándole una mirada cómplice que algo turbio prometía. Se acercaron más, el tomó la cintura de Encarnación y la atrajo hacia sí, luego, tomo su barbilla y le besó el cuello.
El nene estaba seriamente molesto. -Ése es un puto, reputo, reputete pensaba y repetía por lo bajo. Esa es una zorra sinvergüenza. Veía con mal disimulado desprecio a aquél hombre tan erguido, elevado y turgente, casi a punto de ebullición y eso le causaba dolor al nene en las ingles.
El chico se levantó fastidiado y fue al teléfono. Hizo rápida la llamada y desde la penumbra, los observaba curioso y mordaz,abrazando el libro, ansiando el momento en el que resbalaran o algo desastroso ocurriera y por fin parara esa escena en la que ya ambos bailarines sudaban copiosamente y se dirigían encomios obscenos, propios de la intimidad y no de un escenario.
En ese instante estaba, cuando se oyó escándalo escaleras arriba.
-Déjenme pasar les digo, voy por mi hijo.- Gritaba a regañadientes y rabiosa como leona, una señora de edad. Repartía bolzasos a diestra y siniesta y denostaba con coraje al inmundo lugar:
-¡Mujerzuelas, zorras coquetas, háganse a un lado, gordas de mierda! ¡Esto es una pocilga, mira que meter a un pobrecito aquí!
Cuando el nene vió a su madre que había venido en su auxilio, rápidamente se jaló el tiro del pantalón para que ésta no viera su miembro reventando de sangre y deseo.
-Mma- mamá- dijo, haciéndose el sorprendido.
-Vámonos hijo, este sitio apesta. Mañana tienes que jugar al fútbol y todavía vamos a comprar la pasta. ¡Estás hirviendo! ¿qué te dieron a beber estos desgraciados? ¿porqué sudas?
-Nada mamá, gracias por venir por mí. Por favor comprame pantalones más grandes.
Se retiraron el nene y la mujer. La pareja de bailarines, al no tener espectadores, se metieron tras bambalinas, entre miradas tórridas. Risas y jadeos se oyeron al poco rato.
Dos días después, Encarnación acudió con el chico y sólo le señaló una falta de ortografía. El chico se ofuscó terrible, Cerati, le dijo ella a aquél hombre de labios turgentes, que fumaba entonces un viceroy, los dos tumbados sobre la cama (post coitus).
-Así son preciosa, así son los niños de mamá.


viernes, abril 29, 2005

Día del niño

Ya he dicho que no me gusta asomarme a mi infancia. Ya lo dije por ahí. Y también en algún momento de obnubilación, dije que mis padres se separaron cuando tenía dos años y viví con mi abuela. Y que a mis papás les arruiné la vida cuando ambos tenían 20 años, que tuve una sensación inmensa de abandono y desprecio en esa etapa, de la que me quedó esa cara del profile que dice: véanme soy linda, tierna ¿les caigo bien verdad?, necesito amor, lo necesito, díganme que soy linda, háganme caso. Tuve mis buenos ratos, disfrutaba mucho correr (participé en olimpiadas infantiles y gané) siempre fui de los promedios más altos a pesar de mi burrez con ciencias. Nunca me iban a ver. Era dogmática y mamona al jugar pero me daba a querer, eso ni dudarlo. Padecí golpes y abusos de un tío psicótico. Burlas y menosprecios de mis demás tíos. Evaluaciones y culpas sin número de mis papás, que con nada los tenía contentos. Por eso a los seis años pasé mi primera noche en casa de unos amiguitos y no llegué a dormir. A esa edad, estaba convencida de que nadie me iba a echar de menos. A los siete, quería ser monja y tuve mi estapa de misticismo, que me duró hasta la adolescencia.
Por eso cuando descubrí que iba a ser madre, me compliqué un montón. Debo decir que estoy contenta con mis dos niñas, que vuelvo a vivir mi infancia sin el lado feo con ellas. Porque me dan frescura y amor, porque descubro la magia de unas burbujas y tratar niños te hace tener un sensor para detectar a la gente falsa. A la gente pendeja y roma, a la que todo le es indiferente. Un niño jamás es así. Me complico tremendo con mi hija de cinco años, porque me cuestiona muchas cosas, porque exige más y muchos requerimientos son justos: quiere una casa con jardín, una camioneta grande y nueva, un perro y todo eso. Y yo no puedo dárselos y estoy pensando seriamente que nunca se los podré dar. Trato de compensarlas con otras cosas y a veces me sale el tiro por la culata, porque son encajosas como la jodida. Aman a su papá por encima de todas las cosas. Él se lo merece. A mí me cuestionan como el juez más nítido y las relaciones madre-hija son complejas, eso ya lo asumí y espero tener el criterio que esas chiquitas se merecen. Las adoro. Nunca fui más feliz que un día que fuimos a un laberinto donde podían entrar también los papás: acabé rebotando y trepando con ellas, cansadísima. En ese momento, tenía otra vez y renovada, mi mejor infancia.
*******
Me acabo de enterar que mataron a Mariana Levy. Una artista del montón pero madre de tres hijos pequeños, más otros dos de su esposo. Eso deploro, sus hijos, y todo lo que ya no les podrá dar, porque no hay madres del montón.

Romances de oficina

Amanecí muy cansada, pero especialmente feliz (desayuné un pozole y tostadas, una coca y café con leche) aunado a que ayer gasté los mejores 50 pesos en un café internet y me divertí mucho. Nunca había entrado al messenger. Y estoy sorprendida por la gente hermosa que puede conocer uno vía online. Algún día me cacharán mi vicio cibernético mediante el control interno del servidor y DGTEC y me retirarán el acceso. Mientras eso sucede, yo soy feliz y me abstraigo de los líos de amor que hay en esta institución donde hay 180 trabajadores pero 13 embarazadas. Este lugar es un sitio de amores tórridos, romances que se gestan a la luz de las computadoras y los trajes, los elevadores y entre las cajas del archivo. Es una maldita hoguera este lugar. Y no puede ser de otra manera: si ya está decidido que estás estancado, que te joden y eso, por lo menos te queda un último acto de rebeldía: decidir cuándo y cómo lo haces, y hacer lo que no deberías. Incluso meterte con las casadas, gorditas unosetentaycinco y carita de mosca muerta que hay en el Instituto, llegar cuando están solas y decirles:
-Oye, te ves muy guapa hoy.
-Gracias, Manuel
-No sé porqué dices que estás gorda, si eres muy bonita. A mí no me gustan las mujeres flacas.
-Es mera defensa para cuando me caiga al suelo, rebotar, Manuel.
-Hay que tener mucha suerte para tener lo que tu esposo tiene. Deveras, ¿eh? ¿cuántos años tienes?
- 27
-Uy muy joven, para negarte a tener otras experiencias ¿no lo crees?
-No lo sé, Manuel. Pero si ese enorme león marino chafea, te aseguro que lo boto. Hasta el momento, no ha sido así, sólo un poco celoso y violento, pero nada más.
Mi enorme marido (1.87 y más de 120 kg de amor) viene a dejarme una hamburguesa. Manuel es bajito y delgaducho. Casi casi, me cabría entero enmedio de las nalgas y no lo sentiría. Como una varita, el guey. Pero es buena persona y cada vez que subo con él, le recuerdo que me cae bien, cotorreamos y le aconsejo cómo tumbarse a las burócratas encima de las cajas del archivo.

miércoles, abril 27, 2005

La estatua de sal: soneto X

Pienso, mi amor, en ti a todas horas
del insomnio tenaz en que me abraso;
quiero tus ojos, busco tu regazo
y escucho tus palabras seductoras.

Digo tu nombre en sílabas sonoras,
oigo el marcial acento de tu paso,
te abro mi pecho y el falaz abrazo
humedece en mis ojos las auroras

Está mi lecho lánguido y sombrío
porque me faltas tú, sol de mi antojo,
ángel por cuyo beso desvarío.

Miro la vida con mortal enojo;
y todo esto me pasa, dueño mío,
porque hace una semana que no cojo.

Ayer tarde-noche


Llegué tardísimo al evento (me citaron desde las 4:00 pm y me pelée con mi esposo porque llegó tarde. Salí con el coche y casi atropello a unos tipos. Metía las velocidades con coraje, estaba muy enojada. Cuando ví, ya eran las 7:30, e iba corriendo por el jardincito ése. Me hice la tonta y llegúe con mi sonrisota. Mis compañeras me mentaron la madre. Mi jefe, con unas copas encima, me regañó. No aguanté mucho tiempo ahí, estaba aburrida y dentro del auditorio había mucho calor. Descubrí algunas caras conocidas, las saludé y fuí a la mesa de canapés. Muy buenos. No me dejaron tomar una copa de vino, los malditos meseros. Tenía mucha sed y los pies me dolían por los tacones. Un cuarentón quiso flirtear conmigo. No estaba de humor y ya no me esperé al vinito y al desmadre, así que me largué a mi casa, previo paso por un café internet apestoso ( las Leo somos rogonas).
Me sacaron 30 pesos del estacionamiento (traía 50) y había un tráfico espantoso. En la casa no hay agua, mi gato tiene una infección en el ojo, no tiene croquetas, no tengo preservativos, no sirve la lavadora, se cayó un vidrio de la recámara de mis hijas, le debo a mi dentista, debo el curso de revistas, debo la pensión del coche, los desayunos de hace una semana y me pagan hasta el viernes. Nos quitaron una prestación y viene un descuento atroz. Yo me largo, eso está decidido. Para colmo, mi esposo es adicto a CSI Miami, Las Vegas y Singapur, ER, Medical Investigations, Strong Medicine y series paranoides gringas que se vayan acumulando. Leo el periódico y me entero que mi tocaya Wendy Phillips, mi némesis (chaparrita, delgadita, piel morena y ojitos y pelo claros) obtuvo una beca para traducir el Varayapatataphyla del sánscrito al español (yo me acuerdo cuando era fan de Bukowski). Y que mi amiga Ivonne ya subió a jefa de departamento y hace su examen profesional el lunes.
Abracé a mi hija menor. En calzones y brassier (hace un calor espantoso) me puse en posición fetal, recordé mis antepasados campesinos y le canté:
Hermoso cariño/Hermoso cariño/Que dios me ha mandado /a ser destinado no mas para mi/Precioso regalo/Precioso regalo/Del cielo ha llegado /y que me ha colmado de dicha y de amor/Hermoso cariño/Hermoso cariño/Ya estoy como un niño /con nuevo juguete /contento y feliz/ no puedo evitarlo /y quiero gritarlo /hermoso cariño /que Dios ha mandado nomás para mí. Mi gato, tuerto por la hinchazón llegó a lamer el "líquido humor vertido" y me quedé dormida.
Ya ven, no hay novedad.

martes, abril 26, 2005

Astrología a la carta

LEO (Julio 21- Agosto 20)
>
Te consideras una líder nata.
Otros piensan que eres una completa pesada babosa.
La mayoría de los Leo se dedican a estar
chingando a los demás.
Eres una persona vana y no soportas la crítica.
Tu arrogancia da asco.
Las personas bajo este signo son unos hijos de la chingada
y disfrutan más la masturbación que el sexo.

Para dar amor hay que dárselo una primero.
Díganme qué signo son y les pongo el suyo. Para todos hay, se los juro.
Y ni una línea más que confirme lo arriba dicho, que conste.

lunes, abril 25, 2005

Blogger forever

Mis 10 razones por las que mantener un blog

Supongo que algunas, si no todas, serán compartidas. Igual pudieran resumirse, pero me han salido así:
1.- Satisfacer el gusto de escribir.
2.- Satisfacer el gusto de leer, indagar, descubrir.
3.- Transmitir el conocimiento, las emociones.
4.- Aprender del conocimiento de los demás, de sus emociones.
5.- Informar para que otros aprendan, sepan, transmitan.
6.- Conocer lo que los demás nos ofrecen.
7.- Crecer con mis ideas.
8.- Aportar, ofrecer al futuro de la comunicación.
9.- Compartir.
10.- Opinar.
Los vínculos podían haber sido más, o quizás otros, pero los ví así y así me quedaron.
Según Iñaki Soler.
Pudieran ser más, como la necesidad necia de coquetear por ahí o entablar batallas ideológicas, pero cualquiera que sean, valen. "Voy a aferrarme a estos cuadrenos, pues es el único contacto que tengo con la "escritura". Llevo meses sin escribir nada. pero este ejercicio cotidiano tiene algo bueno, me permite acercarme a las palabras y verter en ellas mis obsesiones, al tiempo mis caprichos: lo esencial y lo inescencial quedarán consignados igualmente en ellos"decía Cioran.
Exorcismo, pero también concresión que desmitifica: "en cuanto escribes algo, pierde en seguida todo su misterio, se fastidió; lo has destruido y también a ti mismo(...) Por tanto, quien escribe es alguien que se vacía y , al cabo de una vida, acaba en la nada."
*Texto entrecomillado pirateado de las notas de Justo Serna, miembro ciborgvoyeur-ojete odiado por los bloggers Suele suceder: Nadie es profeta en su tierra. Hubiera puesto referencias propias pero ¿para qué? mi concepto de cultura es bajo y dado a las copias de google. A otros los satanizan menos y ganan mejor. No doy más.

Table Dance a la Rubens

Mañana es la pachanga ésta de los reconocimientos. Y claro que voy a estar ahí o lo que quede de esta gorda a las 6:30 de la tarde, luego del trabajo. Me da gusto conocer a gente que ha trabajado mucho, que se ha esforzado. Creo que sólo verlos me puede transmitir algo distinto, esas personas pueden irradiar algo diferente. Algunas me caen bien, por su trabajo: Va a estar Vicente Leñero, la china Mendoza, Gabriel Vargas (el autor de la Familia Burrón), Mauricio Kleiff (el guionista de Los Polivoces, entre otros), Miguel Zacarías, Alfonso Cuarón,Carmen Montejo, Ignacio López Tarso, los hermanos Roji (sí, los de la Guía Roji, los que organizaron el desorden de las ciudades) y otros más populacheros que no me importan tanto.
Hace tiempo platicaba yo con el editor de la Revista de aquí y me decía que de algunas personas, lo mejor es su trabajo. Que ni ganas de conocerlas porque lo mejor de ellas estaba en lo que habían hecho y que cuando por fin uno los conocía, era desalentador. A veces me ha pasado así, con gente que ni es famosona, pero por lo regular, las personas como Rafael Ramírez Heredia, Germán Robles, Rius y Chespirito, son sumamente sencillas. Y sumamente simpáticas. Una vez acompañé a Ramírez Heredia a la Coordinación a que le dieran su cheque por cinco mil pesotes:
-Ah maestro, yo estudié literatura.
-Qué gusto, chula, yo la hago- me dijo con singular pedantería- ¿qué hace aquí?
-Soy secretaria- se me olvidó decirle que su libro de la Mara Salvatrucha no me había gustado un ápice, pero soy lacaya a morir.
-Nada, nada, váyase de aquí, váyase. Era para que usted estuviera dejando boquiabiertos a sus alumnos, por lo que sabe y por esas caderotas- me dijo mientras se alisaba los bigotes. No sé de dónde sacó lo de que sé, pero de las caderotas...
Si me hubiera ofrecido una chamba en la Sogem, claro que me habría largado. Creo que Ramírez Heredia me imaginó en un Table-Dance a la Rubens o algo así. Ese tipo de clases. Y me dejó en la planta baja del edificio, sobándome las caderas (this is money!) y segura de que no sé capitalizar mis atractivos físicos.
A ver qué tal me va y también mañana les cuento sobre mi taller de elaboración de revistas, que inicio hoy de seis a diez de la noche. A ver qué pesco por ahí.

viernes, abril 22, 2005

Post para salir de paso

Estos días he estado ocupada. Habrá una pachanga de este H. Instituto el 26 de abril. Me prestaron en otra área y me pusieron a hacer el trabajo que más odio: hablar por teléfono. Llamaditas burócratas que no pueden resolver nada. Si ya recibieron la invitación pues bien, tienen que hablar a otro teléfono y confirmar ahí. Y si no, tampoco les puedo enviar nada ni por mail, no fax, ni correo común. Es normal que la gente se enoje. Para colmo tengo una secretaria solterona que me vigila todo el maldito día y con quien ya me peleé. Estoy deprimida. Hice unas semblanzas de personajes que van a premiar y le gustaron mucho a mi jefe. Así que no soy una incapaz, pero tampoco me moverán de aquí.
Ayer llegué de una reunión y mis hijas ya estaban dormidas. Ando triste por estos días. Mi casa demanda mucho trabajo, se necesita comida, ropa limpia, planchada, todo el trajín casero tiene para ocuparte la vida entera, mis hijas me ocuparían toda mi vida, si yo las atendiera BIEN. Tengo mi hogar descuidado. El archivo está descuidado. De mis proyectos debería tener más, más y mejor. Viene el notificador que trabaja aquí. Siempre ha trabajado en la burocracia. Se ve viejo, gordo y cansado. Personaje es casi gogoliano, o si no hubiera existido, Tim Burton lo hubiera inventado. Pero me tiene buena estima, y me dice que yo soy una gran maestra. Que a mucha gente de aquí les he enseñado "muchas cosas" y que soy muy joven. Que él sabe que me irá bien. Y que a él le gusta mucho su trabajo. Me explica un largo y engorroso asunto al que le pierdo interés a la mitad, pero no lo dejo de mirar a los ojos. Veo a los ojos cuando las palabras ya no tienen significado para mí. Me mira a los ojos. Se acaba de ir. Pudo haberme dicho buenos días y haberse largado. Me dice que si se saca la lotería, hará un doctorado. Este personaje, molido años y años por los engranes de la vida, el deber, lo incomprensible... por eso no puedo creer que vea eso que dice, en mí. Ahora ríe a carcajadas mientras hace una llamada telefónica. Gisela puso una vieja canción de Camilo Sesto, esa que dice que algo de mí se va muriendo. Me gusta esa canción...y yo me voy al tercer piso.

lunes, abril 18, 2005

Si desde lejos...

Así es, enferma de gripe y todo porque viendo bob esponja, se me antojó una whopper. Y se soltó un aguacero que me retrasó hasta las nueve de la noche. Mojados mi moreno y yo, nos quedamos afuera del Murder King, viendo cómo el poli nos movía el dedito índice, diciéndonos, no, no, ya cerramos. Por eso no pasarás de ahí, loser, pensé cuando ví su imperceptible, cínica sonrisita. Caray y yo con asma, que todo lo complica, no aguanto cigarros cerca, no puedo toser, toda agitación me hace añicos. Y como casi tengo la certeza de que nadie lee mi blog, postearé mi único episodio infiel, el que verdaderamente encabrona a mi plácido esposo.
Yo tengo un primito al que le llevo 3 años. Bueno, en realidad no es mi primo, porque es hijo de un tío abuelo. Voy a Michoacán desde niña, así que todos me conocen, y una buena vez apareció Daniel, sí, Daniel Montaño. Un niñito hijo de un padre alcohólico, el tercero de siete hermanos, muy bonito él por cierto. Me veía con mirada boba, perdido, como si yo fuera una pieza de museo, o una joya. No me irritaba que me viera, siempre, a todas horas y me lo cotorreaba a la menor provocación, lo hacía enojar, le ganaba a las vencidas, lo cargaba, le hacía cosquillas. Para entonces, otros primos de más edad andaban tras de mí (tenía yo como 13 años) y mientras me llevaban a pasear a caballo, Danielito les aventaba pedradas, y nunca me dejaba sola con ellos. Mi abuelo le dió el encargo de cuidarme y se lo tomó muy en serio. Mucho. Su mañita de salirme al paso a donde yo fuera, de asustarme cuando anduviera caminando sola (me gusta mucho caminar sola por el campo y créanme: en Sn Rafael no hay una alma en el cerro) me agradaba. Me halagaba y me daba risa ver a un chaval de diez encelado.
No fuí a ese pueblo durante mucho tiempo. Su hermana vino al DF a que por medio de una operación, le corrigieran una bizquera congénita. También le gastaba bromas, a la pobre. Pero cantábamos canciones rancheras en la noche, padrísimo, las dos. Comencé la Universidad y sospeché que mi gordito me era infiel. Tenía mis razones. Regresé a Mich. a los 20 años y no lo pude creer: ya no era un niño. Noooooooo qué va, claro que no. Seguía medio guerito, tímido, de pocas y telegráficas palabras, ojitos caídos y unas líneas verticales que se le dibujaban en los pómulas, cada vez que se reía. Y la misma mirada boba. Y enorme, eso sí, enorme y correoso, porque flaco no era. Me consta que no.
Me buscó en la boda del tío Ton. Que cómo estaba, le dije que bien y platicamos mucho, bueno, yo porque él casi no hablaba. Veía para adelante y de vez en vez, a mí. Nuestros ojos se encontraban, se reía y bajaba los ojos. Qué rancherote, dije. Esto ya se jodió. Me dijo que se iba a Estados Unidos, ya pronto. Me dedicó una canción. Luego, me regaló el cassette y me puse de mil colores. Esa noche no pude dormir.
Simplemente le dije que antes que se fuera, quería un regalo. En la noche, luego de cerrar la barda de la casa de la abuela, me preguntó qué quería.
Un peluche o qué, me dijo o una caja de aguacates, eso hago diario. Le dije que quería un beso. me dijo, bueno y se fue. Al día siguiente fué por nosotros (siempre andábamos en bola) para ir a tomar leche bronca. Como si nada, el guey. Me sentí una cualquiera, mira que joder una relación tan bonita, qué burra. ¿Me acompañas a encerrar?, me preguntó, le dije que sí, pero ya sin esperanza. Guardamos a las vacas. Soy una loca. Nos sentamos en la loma, vi a lo lejos. Como de costumbre, no me callaba. Se giró como fastidiado por mi parloteo, creí que iba a levantarse. Pero no, no se levantó. De un jalón, se volteó como un látigo, me bajó con su brazo y me plantó un besote. Un besote que duró un buen rato, en el que curiosamente, nos estábamos carcajeando. Como si me lo estuviera dando desde hace mucho, como si fuera una enorme travesura infantil. Esas travesuras se prolongaron una semana de navidad, en la que fuí muy feliz. Bailé con él, lo encelé, me enceló y luego de varios caldeos en el cerro, me pidió tener su primera vez conmigo. Yo me eché para atrás ¿cómo en el cerro?, la verdad, tenía miedo. El tipo era celoso y los michoacanos son especialitos. Y no me equivoqué. Se encabronó hasta levantarse y dejarme ahí, con las tetas chupeteadas al aire. Mejor vámonos, dijo. Sí soy una loca, qué monserga, pensé.
Claro que al día siguiente estaba ahí y me preguntó que si ya me había acostado con mi novio, con él porqué no. No me dejó contestar. Me dijo que por eso me quería, que no sabía porqué, que era inevitable para él ir y buscarme, verme hasta dormida y sin pintura, que nomás no podía dormir, que deseaba de corazón que yo no fuera, porque la agitación le duraba lo que mis visitas. Que se olvidaba de mí y en serio, pero que esa semana acababa con todo. No podía dormir: casi me lo arranco, me dijo una vez. Que sus papás lo regañaban, deja a esa muchacha en paz, le decían, es tu prima, ya son parientes, ¡¿qué más quieres, pues?! sus papás eran primos hermanos.
Me llevó a conocer parajes preciosos que yo no conocía. Me enseñó muchas cosas del campo y era muy sexy verlo trabajar con un azadón. Era muy fuerte, mucho y ya no le ganaba a las vencidas. Lástima, lástima que nos pelearamos tanto y fuera tan celoso.Yo tenía mi vida en otro lado. No había manera, de plano.
Me habló por teléfono cuando yo estaba embarazada de mi segunda hija:
Wende ¿cómo te trata ese cabrón, pues?
Bien, bien, Daniel.
Qué feos hombres te gustan, Wende.
Sí, ya sabes. ¿cuántas güeritas te traes, canijo?
Muchas, muchas, voy a la iglesia nomás para verlas.
Cógetelas y cuídate, Daniel.
Tú cuídate, y en donde ese cabrón te trate mal, te vienes pa´ca, Wende. Y si viene por tí, le pongo una putiza que le traigo ganas desde hace mucho, ¿eh?
Sí Daniel, gracias porque me hablaste. Me acuerdo mucho de tí.
Cuídese, adiós.
Mi hermana fué esta Navidad a Michoacán. Vino por primera vez, desde hace cinco años. No se ha casado, trabaja en Carolina del Norte en un restaurante friendo pescado, ama las cervezas, los cigarrillos y como buen ranchero, no le preguntó nada a mi hermana de mí. Pero ella me dijo que se le salían los ojos cuando hablaban de la Wende, y cuando le dijeron que tenía dos hijas, sí que le preguntó:
¿Dos? Yo sabía que tenía una.
No, Daniel- le dijo Sofía - tiene dos.
Ah la muy cabrona, dile que no importa que sean tres boletos.

domingo, abril 17, 2005

Méndiga móndriga

Mal, en la reunión me fué mal porque no hay nada concreto. Nada. No vale la pena hablar de eso, porque ahora estoy en Iztapalapa, en casa de mis papás. Mi mamá acaba de sacar a mi papá del baño. Llegó urgidísima y apuró a mi pobre padre. Eso me recuerda lo difícil que es la convivencia con una pareja. Lo complicado que es estar cerca de alguien y no estoy hablando de los fétidos olores que deja al abandonar el baño o los eructos que pueda proferir o los gases nocturnos. Hablo de la lealtad que ya no es moneda al uso, hoy en día. Cuando conocí a mi actual esposo, tenía la candorosa edad de 15 años, él tenía 16. El pobre pasó las de Caín desde entonces, pero debo decir que fué por su gusto masoquista, yo me la pasaba cortándolo y mandándolo a volar. Hasta la fecha no hay virtud teologal que me cierre la boca: logro exasperarlo con total eficacia cuando en medio de una discusión x, resuelvo que lo mejor es vivir separados. Eso al pobre lo saca de sus casillas. Y no sé porqué. No sé porqué tiene esa lealtad a toda prueba, porqué para él lo principal es su familia y nada más.
Mi esposo siempre ha estado como un mástil para mí, y no me refiero sólo al sexo. Me refiero a que nada en el mundo es mayor que su voluntad para hacerme feliz, y como buena brujer ególatra, nunca tengo llenadero. Nunca y siempre me quejo de todo. Él siempre me ha apoyado, siempre. Jamás ha dudado de mi capacidad para hacer lo que me proponga y me echa porras. Sólo una vez me dijo que iba a acabar mandándome a la jodida y ¿saben? yo perdería más que él. Mucho más. Porque cuando necesito algún apapacho, sea de cariño o XXX, él no regatea el cariño. Ahora lo sé, después de doce años.
Le digo que ya no coma como lo hace (pesa más de 120 kg), porque se va a morir pronto. Él me dice que mejor para mí, para que cumpla al fin todas mis fantasías licenciosas. Le digo que entonces se muera joven, porque vieja ya nadie me va a querer. Pero digo mentiras, porque yo también le he sido terriblemente fiel (excepto una vez).
Lo patético de esto es que cuendo muera, dirá lo que mi padre cuando Doña Lucía lo sacó del baño:- Vieja méndiga.
¿Y saben que? tendrá toda la razón.

viernes, abril 15, 2005

Ay mis hijitos

Uno de esos días donde cae el peso de todo, un terrible dolor de cabeza, la sensación de resaca por haber sido estúpidamente alegre los últimos días. La certeza de que eso es falso. Lo que empezó como un pasatiempo, ocupa compulsivamente mi tiempo y mi cabeza. Me saludan buenos días y contesto -de nada o -pase usted o -los traigo rojos. Aterrizo de mi alienación bloggeril y veo que no hay nada, trabajo atrasado, un enorme espejismo, nomás. Amigos lejos, sí. Planes y planes que nomás nada.
Una dinámica- parálisis de años ya. Peleíllas con el marido.
Hoy en la tarde trabajaré en lo del monjecito, me acordaré de Cerati o de algún guapo, no sé, para entrar in the mood. Alguna imagencita salida como de El crimen del padre Amaro, batidillo de mis clases de universidad, Antonio Rubial, Umberto Eco (gracias Plenu, tenías razón) qué se yo. Escena de cierre y ya. Escribir deja más, es terapéutico, debo convertirlo en catarsis y dejar mis ganas de caer bien a todos, mujer al fin. La necesidad de ser querida traspasa, así nunca voy a "parecer" inteligente. Verse, ser y parecer. Nunca se concreta lo suficiente. Mis amigos se burlaban de mí porque según ellos, hacía cara de entenderlo todo, pero nomás ni madres. No siempre tenían razón. A mí me decían Prudencia Griffel, y mi terapeuta me llamó Libertad Lamarque, cuando lo rebatí, me comenzó a cantar una canción de ella, una que decía ay mis hijitos o no se qué. No me vendas tu miseria, me dijo. Casi me lo chancleo al cabrón. Me dijo que esa Wendy quería, no la complaciente. No siempre soy así, pero el hecho es que no hay más amigos por aquí, no hay a quién llamar, no hay teléfonos. Están mis niñas, así que buena cara, no es hipocresía, es como un cambio de canal, nomás.
Hoy es la junta de trabajo en la que cifro mis esperanzas. Espero y deveras espero que todo salga bien, porque sea así o no, me voy de aquí, es enfermo que algo no te guste y te quedes, y le halles buen sabor a la mierda, porque ¿qué mas da?. Jamás, eso jamás.

jueves, abril 14, 2005

Apocalíptica por sicalíptica

Un desastre hoy, bloody day, y ya no hacen el adhesivo de las toallas como antes. Esto seguramente es la antesala del Apocalipsis: se nos va el Papa, desaforan al Peje, Rigoesamor se muere, Fox quiere pasar a la historia, mi esposo me dice que lo paraliza una gestora de reconocido despacho. La susodicha viene a verme y me menea en la cara sus hermosos ojos grises, su pelito rubio, su blusita blanca de lino (y no Lino) con generoso escote y unos lacitos delgados que se amarran debajo del tetamen, faldita negra talla 34 a la rodilla con abertura descomunal, la sexy de porquería sin medias, una impudicia ¿qué falta? que yo tenga mi tercer hijo y que el Gran Editor Sudaca me deje de amar.
Ese día, saldré a la planta baja como loca y gritaré a voz en cuello: Croac! y luego ¡Todos vamos a morir! ¡pidan perdón, perdón, descastados! ¡confesión! y sacudiré por las solapas a los usuarios de ventanillas. -¿Para qué quieren derechos de autor, señores? ¿para qué? Para no comprar billete de lotería, yo sé para qué, manga de codiciosos...- y me alejaré con semblante torvo y despectivo, arrastrando una pierna y fingiendo una joroba, como Quasimodo. Como música de fondo se oye Marte, el portador de la guerra (Los planetas) de Holst.
Leo lo que ya les anticipaba desde hace tiempo, carajo soy adivina:

Exigen derechos de autor por silbar La internacional en un filme.
Los gestores franceses (tenían que ser eso: imagínense a una gestora francesa) de los derechos de autor han pedido mil euros al actor y realizador frances Pierre Marejowsky y a su productora
Les Films Sauvages, por silbar durante siete segundos La Internacional en una película, informó hoy el vespertino Le Monde.
La sociedad para la administración de los derechos de reproducción de autores compositores y editores (SDRM) [aguas porque estos nombres eternos evidencian algo peligroso y turbio], que gestiona los derechos de autor en soporte cinematográfico, han reclamado la citada cantidad por reproducir la pieza sin autorización.
La internacional cuya música fué escrita por Pierre Degeyter y con letra de Eugene Pottier, no podrá usarse libremente hasta 2014, segón la SDRM.
La película "Insurrection, resurrection" de Marejowsky, fue estrenada el 10 de noviembre de 2004 en una sala de arte y ensayo de París y sólo vendió [la fabulosa cantidad de] 203 entradas. Cambiosonora.com
Croac! digo, ¿ven?
Ya me sentí un conato de joroba, ¿o será la panza de un embarazo ectópico?

miércoles, abril 13, 2005

Agradecimientos

Quiero agradecer a mi esposo, Lourdes mi cuñada pianista y a Javier, guitarrista de Bipolar (un grupo padrísimo, de verdad, no exagero) su valiosísima ayuda para publicar mi foto. A pesar de mis berrinches. Bueno, un abogado, una pianista, una de letras y un guitarrista. A pesar de todo. Llevábamos desde el domingo en esto. Gracias.

martes, abril 12, 2005

Apuntes de un cuento sin pilas

Ayer no podía dormir, me movía de un lado a otro de la cama. Mi esposo roncaba. Tampoco tenía ganas de leer. Pensaba en qué cuentito erótico podría hacer, para empezar a soltar la mano. Se me ocurrieron dos asuntos bastante macabros. Uno es un tipo subido en un árbol, que ve regularmente los fajes de una mujer pelirroja, muy guapa pero que tiene un "defectillo" que le impide a la mera hora... El que prosperó hasta hacerme dejar la cama e ir por la pluma fué el de un monasterio calenturiento, donde se suicida un monjecito enamorado de una tipa. Cada semana se reunían todos a ver cómo el afortunado en turno poseía a la susodicha y le toca el turno al buen Joseph. El monjecito no soporta el pecado y su lascivia que raya ya en pasión-amor, y decide morir. ¡Fácil ¿no?!
No, no era tan fácil como lo imaginé, porque el documento quiero presentarlo como un acta jurídica que denuncia el hecho, y dentro de esa acta, la carta-confesión del monjecito. Eso no tiene tanto problema para mí. Hay que evitar que esta parte sea larga, eso es todo.
Pero cuando entré a describir la acción erótica en sí, obviamente el monjecito del siglo XVII no referirá un encuentro erótico como lo describimos hoy, así que utilicé eufemismos, metáforas y sí, hay palabras esenciales que felizmente, no puedo evitar. El meollo de lo erótico es no meter descripciones farragosas, porque entorpeces la acción física que se está llevando a cabo. Los adjetivos se prestan a abusos y más para describir sensaciones. Otra cosa es que, como la carta debe sonar arrepentida, pues debe utilizar la misoginia propia de la época (ya haré un post de eso, es delicioso) pero ese arrepentimiento, no tiene que chocar con la excitación que se supone quiero transmitir.
Total, lo acabé, pero falta pasarlo a computadora, corregirlo y aumentarlo. Eso me llevará como un día o dos. La idea en un principio se me hizo ad hoc con lo prohibido y todo eso. Cuando lo acabé, me pregunté si lo que me resulta excitante a mí, lo será para los demás y todas esas tarugadas que me estorban mucho, porque trabajaré eso a destajo, no me conviene complicarme tanto, como siempre suelo hacer.
Total, que cuando regresé a dormir con mi esposo (quien ya se había extendido, mañosamente, hacia MI espacio) no me entregué a los brazos de Onán (porque ya me acabé las pilas), sino a los de Morfeo, que tardó en pasar por mí y cuando me llevó, mi tonelaje le costó elevarme a su lecho.

¡Venciste, Galileo!

Casi vomito por estar escuchando el disco ése de Rebelde, el de Anahí, la noña ésa que tiene más talento para ser una artista del hambre, que del canto. Pero leo esta nota de Juan Manuel de Prada (autor, entre otras obras, de la celebérrima Coños) y me siento conmovida y me adhiero a sus pensamientos sobre Karol Wojtila.
Joder, ahora sigue Belinda...

lunes, abril 11, 2005

Austriaca mamona

Es un mal día. Belén tiene una infección estomacal muy fuerte. No tengo dinero para llevarla al médico, pagan hasta el jueves, así que pediremos prestado. Hasta que se cure, faltaremos un día sí y otro no, al trabajo. Leo el primer capítulo de Los Amantes de Elfriede Jelinek. La austriaca premionobel 2004, que comparó el trabajo con las letras al trato con un perro rabioso y mordelón, me cayó mal cuando dijo que nunca podría venir a México porque odia las multitudes y ella dio por sentado que la recibirían aquí, así que se quedaron todos los lameculos varados con sus homenajes y reconocimientos, con un video de agradecimiento. Mamona la vieja. Ja!, aquí las multitudes son para otros, querida. El capítulo es como su autora. Las negritas son transcripción de ese primer capítulo, que leo ahora.
Caray Belén se enferma y se cae el teatrito. Justo cuando comienzo a sentir que me largo de aquí y me da miedo un futuro sin dinero y fracaso, con dos hijas, quiero pagar escuela particular para ellas, universidad, cuando no se tiene presente, hay que tomar precauciones para el futuro, en fin, pediré prestado, aunque luego no pueda pagar, venderé cosas, me agarraré de mis suegros y mis papás, no me dirán que no, mira papá que es para mi familia, mis niñas, no es para una fiesta... era un buen proyecto, papá, no me quería quedar de burócrata para siempre. pero no está segura de ello porque la felicidad es una casualidad y no una ley ni la consecuencia lógica de las acciones. Brigitte/Wendy quiere que le den su futuro hecho, ella no lo puede fabricar por sí misma. Mi esposo tan bueno, tan comprensivo, nunca me ha negado nada y será capaz de regresar a trabajar de empleado de seguridad, cuidando coches en socavones eternos, estacionamientos donde no se ve la luz del día, tan distinto él ahora, al morenito risueño con rizos que conocí, a los dieciséis años en este caso particular conocerse significa querer escapar, o bien no dejar marchar y retener.
Me da pánico salir y no hallar nada, no tener el ala protectora de Papá Gobierno, que me da paga buena aunque yo sólo divague en los blogs porque ella no es nada que otros no puedan ser sin esfuerzo alguno. Brigitte/Wendy es sustituible e innecesaria.
Huevona como buena intelectual wannabe, tengo un desmadre en casa, hace dos semanas que no viene Silvia a arreglar el desorden y hacer comida. A mi pobre niña se le escapa la diarrea antes de que pueda reaccionar e ir al baño y brigitte /Wendy ayuda en casa, que es lo único con lo que puede hacerse querer, es decir, limpia contenta la taza del váter con la escobilla de mierda. Me falta mucho, ya debería tener el título, una maestría, algo de qué presumir, algo que fuera la prueba para que me quisieran en un país como Canadá, por ejemplo primero tengo que ganarme un estatus que me capacite para que se me PERMITA tener un futuro. Futuro es lujo. De eso no hay demasiado.
No sé porqué la Jelinek me cae tan gorda, no lo sé.

sábado, abril 09, 2005

The Demon Lover


No, cuando la vida ha cambiado, no se puede volver atrás y ser feliz.
Lo sabían los antiguos celtas, debí saberlo yo.

-¿Oh, dónde has estado, amor, amado mío,
estos siete largos años?
-Vengo a pedirte los votos
que una vez me has jurado.

- Oh, no hables de esos votos,
pues sólo traerán discordia
oh, no hables de esos votos,
pues otro me ha desposado.

A un lado volvió la cara,
cegado por el llanto.
-De no haber sido por ti,
Irlanda no habría pisado.

Pude tener la hija de un rey,
al otro lado del mar;
pude tener la hija de un rey,
de no haberte amado.

-Si abandonase a mi esposo
y abandonase a mis hijos,
si decidiera ir contigo,
¿qué tienes para llevarme?

-Siete barcos en el mar,
me trajo a tierra el octavo
con veinticuatro marinos
alegres y aventurados.

Alzó entonces tiernamente
a sus dos niños en brazos.
-Adiós, pequeños, adiós,
ahora debo abandonarlos.

Habiendo subido al barco
no vio a ningún marinero,
pero eran de seda las velas
y el mástil de oro labrado.

Navegaron tres leguas solamente,
tres leguas apenas navegaron,
y el gesto de él se hizo torvo,
siniestra fué su mirada.

Navegaron tres leguas solamente,
tres leguas apenas navegaron,
ella advirtió su pezuña
y lloró desconsolada.

-Deja ya de llorar - dijo él - ,
déjame en paz con tu llanto;
verás cómo crecen las lilas
en otras costas lejanas.

-¿Qué colinas son aquellas,
que el sol entibia con su bondad?
-Son las colinas del cielo
que tú nunca alcanzarás.

-¿Y qué montaña es aquella,
tan triste y llena de escarcha?
-La montaña del infierno,
donde conmigo vivirás.

viernes, abril 08, 2005

Vade retro, literatura femenina

Ando tan contenta porque pronto seré Editora Porno (así , con mayúsculas) y porque mis amigos me consideran bonita y sexy, que me he descocado mucho. Ya no he escrito mis cuentecitos que tenía pensados. He sido floja. Pero para quienes deseen conocerme más, de aquí a que me vuelvo una superstar, déjenme decirles que me considero diferente de las demás mujeres. Tal vez ya lo advirtieron, por cómo escribo. Me crié en un ambiente poco dado a favorecer las apariencias, la femineidad y el culto al artificio. Estoy peleada con eso de la literatura femenina y toda esa parafernalia: algo está bien escrito o no por su factura, no por el sexo de quien lo hace. Estoy en contra de la literatura que habla de las experiencias de las mamás, de si el cuerpo de la mujer y meten mil metáforas gastadas y mal hechas ( las flores, caracolas, gotas de rocío y la jodida), de que refieran episodios de sexo con una ternura hipócrita y puritana, que hablen de mil cosas que a nadie importan, nada añaden y que son producto de escritoras postmenopáusicas con ganas de decirnos que sus variaciones de humor y sus bochornos son algo digno de ser escrito. Estoy harta de leer discurso intimista y del monólogo interior, para tapar ficcionalizaciones incompletas. Cartitas plañideras que no llegan a nada.
Esto me asquea, no son sino repasos de charlas de café y cigarrillos, que nunca debieron pasar a un libro. Me molesta sobremanera y me recuerda el excelente artículo que escribió Mauriki acerca del abuso a la generosidad del lector. Y soy igual en mi forma de ser, me chocan las tipas absurdas y light que andan por ahí y no tragan en todo el día, que pasan martirios con tal de no verse como Dios las creó y que no pueden hablar mas que de cosas bellas y consumir, consumir y consumir. O hablan groserías sin parar, alburean y se sienten muy malotas por enseñar los pelos del sobaco y fumar todo el día. Esos animalitos histéricos me desesperan.
Mucho tiempo me sentí mal porque no era talla 5, porque no tenía manos pequeñas y finas, porque a los 15 años era talla 34, medía lo que mido hoy y no podía usar brassieres teen porque era talla C, porque me acosaban los maestros de secundaria pero mis compañeros se asustaban con mis voluptuosidades. Pero ya no más. Aprendí lo hipócritas que pueden ser muchos: Una amiga me reprendía porque yo hablaba de intimidades sin recato alguno. Le dije que cómo se sonrojaba, si ella se acostaba expréss con cualquiera, y que yo no la juzgaba por eso: Mi reina, a mí me conocerán las costumbres y elucubrarán lo que quieran, pero no tantos como a tí, me verán las nalgas.
No tengo una propuesta "estética" que digamos, este es un blog personal y eso me permite muchas bobadas. Aún así, siempre que escribo, trato de alejarme de esas hipocresías, de decir también que a veces mis hijas me estorban, que veo porno, y tantas cosas que otras no dicen por que a lo mejor ya ni se acuerdan. Sé que esto no es más que una forma de rebelarme cuando ya estoy metida en lo que tanto reniego: soy mamá, soy casada, soy católica, soy monógama. Pero precisamente por eso, creo que hay otras formas, más válidas de quitarle a la gente su valioso tiempo que si refiero las fiebres de mis hijas o si mi esposo va o viene o que si la primera vez que me vino la menstruación, me acosté con mi novio, etc. Hasta el momento no he logrado mucho, sobre todo con las cosillas de ficción que he escrito. No son aportaciones reales y sólo saco el estilo simpaticón sobrepuesto y dos tres groserías, pero sin mayor trascendencia o aportación de fondo, ya saben, el estilo gastado y absurdo de los escritores mexicanos tan dados al extremo de solemnidad o chabacanería. O mi estilo académico, plano y sin chiste, lo novohispano que a nadie importa, lleno de citas.
Así que despedázenme cuando publique algo. De antemano, sé que como escritora soy tremendamente mala: En vez de fecundarme (¡wow qué frase!) me paralicé luego de leer a los grandes. Pero una es necia, necia hasta el fin, aunque siempre salga perdiendo. Pero lo mío, lo mío, son los guiones y cuentitos porno que haré para la revista. Y los postearé también.

jueves, abril 07, 2005

Rigo es amor y si Rigo ha muerto...



Nadie más que yo mismo
conversa conmigo
y mi voz, me alcanza
como
la voz de alguien que
muere...

Porque por usted, me
diluyo a la soledad
y me retiro a
la mutiplicidad y
al amor, porque mi
corazón se desvanece
al creer que el amor
ha muerto

Esto no sé de quién es. Lo dedico al Gran Editor Sudaca: Por Vos mi corazón se desvanece (qué mejor que fuera la ropa, pero respetemos el sustantivo original.)
Ayer dije en una reunión de oficina que Rigo Tovar era el Jim Morrison mexicano, y que el autor de la entrañable Mi Matamoros querido, disfrutaba de un mènage a trois con unas tipas, previamente elegidas entre la multitud, cada que terminaba un concierto. Él no soñaba con hacerlo, como muchos: él lo hacía. Y que si el precio por su licenciosa y ubérrima vida era quedar ciego, descolorido y jodido, yo quería quedar leprosa y cacariza para siempre.
Y nadie, nadie me tomó en serio. Nadie me tiró ni un pedo.
Eso, eso es triste. En verdad el amor ha muerto.

miércoles, abril 06, 2005

Señas Particulares ¡Respuestas uncensored!!

Cifras y colores:

edad.- 27
cumpleaños.- 5 de agosto, debí llamarme Emigdia o Nieves o Abela
signo.- leo
estatura.- 1.70
peso: perdí la dignidad y la cuenta luego de los 85
color de piel.- blanca, así sin más
color de cabello.- café oscuro, largo, a una pizca de la cintura (sí, sí tengo cintura). Me salen tres canas, que me quito, por supuesto. Lucecitas y rayitos, jamás.
ojos.- grandes, de matrona michoacana, café claro. Es lo mejorcito que tengo. Cejas arqueadas, de bruja de blancanieves
nariz.- respingada y respingona, gracias a los buenos oficios de un cirujano plástico y una depresión juvenil. Y una mamá médico cirujano.
boca.- chica, o no sé si se ha achicado o los cachetes han aumentado. Dientes jodidísimos, pero aceptables
cuerpo: pechugona (mi segundo atractivo), pancita post embarazos, trasero 2, 3 (hay que decirlo), piernas ley del tordo / tirannosaurus rex: gordas de arriba y flacas de abajo o puro pájaro nalgón, calzo del 6 y tengo el pie ancho. Lampiña. Asmática. Orgullosamente rellena, migajoncita, retacadita, robustiana, rebozada, rotunda y monumental... orgullosa a veces.
No sé cuál post fué peor, si éste o el de las Cucas.
No sé postear fotos.Todos tienen fotos en sus blogs o casi todos. Y no son feos, yo me parezco a Fiona de Shrek cuando es ogra. Y oír un mp3 eterno de los Beatles desde las nueve de la mañana tiene secuelas, ya voy en el álbum blanco y empecé con All my Loving.

Downtown Roach

Asquerosos, absténganse de este post. No lo lean antes de comer. Mi elocuencia es eficiente como un bisturí...
Dizque el Centro Histórico del DF está de moda y Carlitos Slim ha destinado mucho de su telefónico dinero a restaurar el Zócalo. Pero La Doña tenía razón. El centro huele a miados y está infestado desde hace mil años por una plaga asquerosa. Me refiero a las cucarachas.
Vivo en un viejo edificio en el centro, en una esquina donde hacen nido varias pollerías que decoran el lugar con su olor característico (de hecho en una mapa ilustrado del centro aparece un pollo corriendo despavorido sobre mi calle). Los polleros se juegan bromas y en vez de aventarse piedras, se lanzan corazones, mollejas, y cuando la bronca está gruesa, cabezas de pollo, que yacen despedazadas, se pudren al sol y las aplastan los coches al pasar. Enfrente de mi edificio tengo a El Kioskito, una famosa taquería y enfrente, de espaldas al Eje Central Lázaro Cárdenas, se halla un mercado. Y no es lo peor. Estoy infestada de ambulantes, en la base de mi edificio hay un expendio de pan, una fritanguería, otra taquería y una ferretería.
¡¿ven porqué no puedo acabar con las cucarachas nunca?! ¿porqué nunca abro mi balcón? Vivo hasta un cuarto piso...pues hasta ahí han llegado las ratas, señores. Suerte que no llegan las cucarachas tamaño caguama, por su peso, que no por que no quieran.
En tiempo de calor es un asco. Se reproducen como locas. Nunca me ha gustado cocinar en mi departamento. La cocina es chica y oscura. No voy a detallar aquí las veces que me he doblado como calcetín, por el asco y mis caras de náusea sacando la lengua que he hecho, caray, ni cambiando los pañales de mis hijas he padecido tal estímulo del nervio vago, como lo he tenido gracias a las cucas. En Iztapalacra con todo y sus tolvaneras, nunca sufrí semejante invasión.
Estoy harta de lavar los trastes antes de usarlos porque huelen a insecticida, y demás remedios: el gis chino, el bórax, las guayabas, los pepinos y como colmo de males, luego que aplasto a uno de esos nefandos animales, llega black and white y se come una cucaracha destripada. Tan huevón, ya ni las caza. Ante la superabundancia... así como la gente se hacen tamales de charales, me haré uno de cucarachas. Ptuáj!
Soy caritativa, y mi humanismo no tiene límites y se extiende a lo entomológico, mi curiosidad es ilimitada: distingo de machos y hembras, hay algunas albinas. Y cuando veo alguna por más de cuatro segundos, me entra una compasión que no vean. Angélica les dice culachas y me pongo lívida de vergüenza cuando Belén las refiere platicando, muy quitada de la pena, con sus maestras y compañeritos, que deben pensar, como ustedes, que soy una cochina y que es mi culpa estar llena de este infiernito de pepitas cafés con patas. Buéh, hasta cuando estoy en pleno aquelarre con mi esposo, me miran impávidas, paradas en la pared o algún resquicio. No hay privacidad con esos demonios cuyas antenas distingues hasta cuando estás sentadito en la taza del baño.
Nunca invito a nadie a mi casa, ya dije que no tengo amigos y no quisiera que al estar platicando alegremente, a eso de las seis o siete de la noche, comenzaran a salir las verdaderas dueñas del departamento, por las paredes, debajo de los muebles, bueno, hasta dormida se me han subido y me despierto, no sé si más horrorizada que asqueada...
Claro que todo me queda cerca, claro que no pago renta y llego en menos de cinco minutos a mi trabajo. Y el asco, priceless como leí en Mrs. Moon, pero refiriéndose a otra plaguita. No, Lino Evgueni, no sabes lo que es vivir sintiendo asco por cosas que realmente lo ameritan. Ya me ví en el espejo...ptuáj! "Mama Roach". Este sí es el fin del humanismo.

lunes, abril 04, 2005

San Lunes

Plan 1
Estuve de vacaciones, pero no hice nada. Hoy deberíamos estar en el trabajo, no se nos dió la gana ir, a mi esposo y a mí. Un pequeño plan ha venido a trastocar un poco nuestros planes. El gran sueño de mi papá ha sido siempre inmigrar a otro país y la idea me agrada, ciertamente. Mi papá sabe de un tipo que está con un pie en el avión rumbo a Canadá y le dio unos datos. Así que andamos viendo todo el asunto, agencias de consultores migratorios y toda la cosa: Canadá, Australia, Nueva Zelanda, da igual, lo importante es largarse a otro lado, donde haya otra calidad de vida para mis hijas. Esto ocupa nuestro tiempo ahora. Ya sé que esto no está tan fácil y que te la ponen más o menos difícil. Que el idioma y todo eso. No ando tan perdida en inglés, pero podría estar mucho mejor. A ver qué dicen los tipos éstos y si tenemos suerte, me gasto mi dinero del retiro en cursos de inglés, algún oficio y consultores migratorios.
Plan 2
El asunto es que si tenemos posibilidades, pues mejor a prepararnos más. Pero si no, pues seguir adelante con nuestros guajiros proyectos aquí: el sábado fuimos al Desierto de los Leones con unos amigos y me dió mucho gusto que tuvieran tantas ganas de ayudarnos, que conocieran a tanta gente: imprentas, modelos porno, que estén en la venta de publicidad a revistas. Lo malo es que adolecen del pequeño vicio que tenemos todos los dedicados a las humanidades y las artes: mil planes de lujo pero nada les ha pegado todavía y por alguna razón, todos tienen un proyecto diferente, lo que complica un poco las cosas, en caso de que decidiéramos unirnos en un colectivo. Me explico, no hay dinero que aguante para sacar tres o cuatro proyectos diferentes. Con todo, me alegró mucho verlos, andar por el desierto, oír cómo se daban de topes en ese paso subterráneo en penumbras, bajar hasta el río, perdernos, que se mojaran los zapatos tenis hasta las pantorrillas, la subida empinada y ellos teniéndome paciencia porque yo me moría de asma en esa caraja subida (no llevé el inhalador). En fin, mucho gusto. Y extrañando a mis blogamigos, claro está.
Y los sueños.
Como no hago nada mas que visitar a la abuelita, a los jefes y leer revistas, mis noches son más activas que los días y no me refiero al sexo, porque atravieso una etapa de castidad que no sé si tenga que ver con la muerte del Papa o mis histerias ciclotímicas. Sueño accidentes y angustias atroces: que viajo en un camión que por hazañas del inconsciente vuela y se desploma al suelo. No me pasa nada o acaso a mi fantasma no le pasa nada, y veo muertos por todos lados, tropiezo con piernas y cajas torácicas, lamentos por todos lados y hay un gato muerto, por el cual siento especial conmiseración.
En otro dejo a mis hijas en Canadá solas porque no tengo dinero, regreso y no encuentro a nadie de mi familia, ni recuerdo los números de teléfono de nadie, los dedos se me resbalan y oprimo los botones numéricos mal, y cada vez que lo hago tengo que volver a formarme. Dejé a dos niñas solas en Canadá y no hay nadie, mierda y tampoco tengo dinero para regresar allá...
Luego sueño con Cerati que nunca me da un beso y amores pasados, buenos tiempos en Michoacán, me despierto convencida de que soy una codiciosa, una apátrida, futura empresaria frustrada y que debo llamar cuanto antes a mis primos y decirles - o mejor llorarles como un perro- que los extraño desaforadamente, que cuándo volvemos a bañarnos al pie de la higuera, hacer un gazpacho y a ver películas de los Almada, que no hay bronca, no se las voy a criticar, que de seguro ellos ya tienen otra vida y no se acuerdan de mí, pero es que los sueño, los sueño mucho.
Así la vida, por acá.
Mañana, pues al archivo otra vez.
Pero ya por poco tiempo

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