viernes, diciembre 08, 2006

El estado de la cuestión

Es francamente malo, porque mi esposo perdió el trabajo. Unos dicen que por hacer transas y otros que le pusieron una trampa. A nadie le constó, pero perdió el empleo, y se sucedieron mil problemas. Mi esposo pedía prestado como poseído y me cayeron las cobradoras. Quise pedir un préstamo de nómina y resulta que aquél reventó mi tarjeta de crédito "light" con mensualidades de Sky. Problemillas pequeños se hicieron grandes a la luz de los nuevos que surgieron: quedé mal con los de arriba en mi trabajo, discusiones con mi papá (él nos metió aquí), deudas, blah, blah, blah. Ptuáj
Sí, una piltrafa. Voy a tener una navidad triste, porque ronda la idea fuerte del divorcio. Yo quiero mucho a mi marido. Pero desde que nos casamos, individualmente, nos ha ido mal, muy mal. No sé qué pasará. Pienso mudarme a casa de mis papás, por cuestiones logísticas y porque mi marido (si no se le cruza ser mi gigoló) piensa irse a la marina o al ejército. Y estar sola con mis niñas será más llevadero cibijándome en mis papás, en el departamento de abajo. En este momento vivo en el departamento enfrente de mis suegros, y no sé én qué planeta viven, se los juro, hace tiempo les perdí la pista.
Lo bueno: me titularé pronto. He levantado mi currículum con ponencias y un curso, otro diplomado por allá. Pero con mi situación así, pues será difícil decidir si vivo de una beca( con todo y niñas) para hacer un doctorado de tiempo completo, que claro está, es una chinga. Otro bueno: dejé los antidepresivos. Así, porque me quedé sn dinero y me tomaba cafiaspirinas forte diario hasta que los mareos y dolores de cabeza cesaron. Lo malo: regresó la libido por sus fueros. Y mi marido, lo sabe, lo sabe. Pero ya veremos, dijo el ciego.....

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