lunes, marzo 28, 2005

Post del día

Vuelvo luego de una remojada en unos balnearios de Hidalgo, en el que recibí pelotazos, mi suegra se cayó, me engarroté con el agua fría, y compartí ese vital líquido vuelto inmundo con gente a la que no compartiría ni el aire, pero mis hijas estaban felices, no me podía perder ese momento y lo disfruté también.
No hubiera podido padecer la Semana Santa nunca, porque han sido mis días más felices en mi Michoacán querido. Recuerdo cuando era niña y me bañaba en el río, entumida de frío con mis primos, y mi abuela me decía que me iba a volver rana. O cuando íbamos a la quema del judas y ya era adolescente y andaba cabroneando con mis primos quienes ya se habían transformado en pretendientes. Extraño bailar a la luz del kioskito con alguno de ellos, muerta de risa. Ver los árboles mientras la hago de a muertito en la higuera, tirarme de a barrilito por la ladera del cerrito, tomar leche recién salida de las ubres de la vaca, muchas cosas más. Pero lo que más extraño es mi capacidad de sentirme así, tan feliz. Mientras, parasito la felicidad de mis hijas y me redescubro ahí.
Pero sería mentirosa si no les dijera que quiero volver a sentirme como antes, lo anhelo terriblemente. Ya lo necesito, carambas que sí.

Usurpar mi nombre y honrarse con mis pensamientos: el Quijote apócrifo.

Vean ahora mi faceta cómico - cultural o cómo estoy forzando las cosas para que quepan dentro del estrechito y cuadradito mundo jurídico del derecho de autor. Faltan las correcciones del editor, pero qué mas da...
Una práctica más o menos constante dentro de la literatura del Siglo de Oro español, era la factura de segundas partes apócrifas, dependiendo del éxito de la publicación primigenia. La proliferación de este tipo de obras derivadas era tan común que incluso aparecían con el nombre del autor, piénsese en La hija de la Celestina o la ingeniosa Helena, de Jerónimo de Salas Barbadillo, El Lazarillo de Manzanares, de Juan Cortés de Tolosa, la Segunda parte del Lazarillo de Tormes, tomado de las Crónicas de Toledo. Esta “costumbre” a ojos de la ley de propiedad intelectual actual, constituye un verdadero plagio por obra derivada sin autorización.

Estas frecuentes refundiciones de una obra acabada revelan la acepción que la sociedad tenía de una obra de arte, la cual era vista más que nada como una cuestión artesanal, en la que podían participar varias personas, varios poetas, varias obras y hacer una obra nueva con retazos de otras, etc. En sí, la obra de arte era mero pretexto para gestar nuevas obras de creación. Para esta sociedad, la creatividad no se originaba en el vacío de una originalidad total, sino también a partir de obras que merecieran seguir viviendo, muy independientemente del autor, lo que importaba era la tradición y todo elemento inserto en ella, fuera nuevo o ancestral, era susceptible de re-crearse, reelaborarse y encontrar la manera de verter “vino viejo en odres nuevos”. Bajo este esquema, no era raro encontrar francos plagios o variaciones sobre un mismo de tema, grecolatino, divino o profano: Romeo y Julieta de Shakespeare es una refundición de la fábula de Píramo y Tisbe, contenida en las Metamorfosis del poeta romano Ovidio que a su vez es una refundición de un antiguo cuento babilónico.

En ese momento, el plagio era un verdadero motor de la creatividad, de hecho, en las escuelas de Artes la copia fiel era un indicio y prueba más que contundente de la comprensión de los alumnos, por medio del dominio de los recursos del maestro. No se buscaba todavía, la originalidad lírica del autor, ni se valoraba la novedad de asuntos sino la manera de tratarlos, de acuerdo a la tradición y a las normas establecidas para que alguna obra fuera considerada una obra de arte.
Después de la publicación de la primera parte del Quijote en 1605 surgió un éxito impresionante del que el mismo Cervantes se sorprendió. Se dice que el público exigía una secuela en la que según Cervantes, trabajaba ( a pesar de que Don Quijote ya estaba muerto y hasta con epitafio). Pero ese no era un problema que un escritor no pudiera vencer para satisfacer al gran público...nueve años después apareció la versión apócrifa, inesperada. En el prólogo al libro Nuevas andanzas del ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha publicado en Tarragona, del licenciado Alfonso Fernández de Avellaneda, se nos informa que “es un segundo tomo del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, que contiene su tercera salida y es la quinta parte de sus aventuras”.
Asimismo, el mismo plagiario nos informa cuáles fueron los motivos para escribir su obra, y de paso insulta a Cervantes: Avellaneda buscaba dinero y popularidad. Acaso lo que haya que agradecerle al buen Don Alfonso, sea su sinceridad, la cual escasea en autores de obras publicadas actualmente con igualdad de propósitos. El caso es que ni el libro apócrifo ni su piratesco e interesado autor merecieron la popularidad y éxito del originario, mucho menos luego de que en 1615 se publicó la segunda parte de Cervantes, la cual fue nuevamente todo un best seller.

Al parecer, por las conjeturas que podemos aventurar, Cervantes escribió la secuela del Quijote fueron por un lado las exigencias del público, y el otro, la publicación de la obra apócrifa y el daño a su patrimonio moral, pues la obra de Avellaneda, además de insultarlo, desvirtuaba el ideal quijotesco, haciendo desmerecer al entrañable personaje cervantino. Con la segunda parte, Cervantes se consolidaba como el primero y el único, y blandía así una batalla autoral con las armas más propias de un escritor: la pluma y el ingenio.
Toda esta batalla de reivindicación- si es que lo era en esos tiempos- hubiera resultado perfecta, de no ser porque Cervantes validó la secuela apócrifa, integrando a su segunda parte a un personaje de Avellaneda, Don Alvaro Tarfe, en el capítulo LXXII, cuando se encuentran en un mesón Don Quijote y Sancho con el tal Don Álvaro. Cervantes da un giro de tuerca impresionante en el espacio de ficción, al aclarar que hay un Quijote, un Sancho y dos impostores y apropiándose del personaje de Don Álvaro, cuando éste se desentiende de su autor, para ser ahora obra de Cervantes. Eso sí, todo fue libre elección de los personajes, y Don Álvaro decide por tener la evidencia a los ojos:

Don Quijote:- Sin duda alguna pienso que vuestra merced debe ser aquel don Álvaro Tarfe que anda impreso en la segunda parte de la historia de Don Quijote de la Mancha, recién impresa y dada a la luz del mundo por un autor moderno.
Don Álvaro:-El mismo soy- respondió el caballero- y el tal Don Quijote, sujeto principal de la tal historia, fue grandísimo amigo mío, y yo fui el que le sacó de su tierra o al menos, le moví a que viniese a unas justas que se hacían en Zaragoza, adonde yo iba; y en verdad que le hice muchas amistades, y que le quité de que no le palmease las espaldas el verdugo, por ser demasiadamente atrevido.
Don Quijote:- Y , dígame vuestra merced, señor Don Álvaro, ¿parezco yo en algo a ese tal don Quijote que vuestra merced dice?
Don Alvaro: - No por cierto- respondió el huésped-: en ninguna manera
Don Quijote: - Y ese don Quijote – , dijo el nuestro ¿traía consigo a un escudero llamado Sancho Panza?
Don Alvaro:- Sí traía- respondió Don Álvaro-; y aunque tenía fama de ser muy gracioso, nunca le oí decir gracia que la tuviese.
Don Quijote: ...Finalmente, Señor Don Álvaro Tarfe, yo soy don Quijote de la Mancha, el mismo que dice la fama, y no ese desventurado que ha querido usurpar mi nombre y honrarse con mis pensamientos. A vuestra merced suplico, por lo que debe a ser caballero, sea servido de hacer una declaración ante el alcalde de este lugar, de que vuestra merced no me ha visto en todos los días de su vida hasta agora, y de que yo no soy el don Quijote impreso en la segunda parte, ni este Sancho Panza mi escudero es aquél que vuestra merced conoció.
Don Álvaro: -Eso haré yo de muy buena gana- respondió Don Álvaro, puesto que cause admiración ver dos don Quijotes y dos Sanchos a un mismo tiempo, tan conformes en los nombres como diferentes en la acciones: y vuelvo a decir y me afirmo que no he visto lo que he visto, ni ha pasado por mí lo que ha pasado.
... Llegóse en esto la hora de comer; comieron juntos don Quijote y don Álvaro. Entró acaso el alcalde del pueblo en el mesón, con un escribano, ante el cual alcalde pidió Don Quijote, por una petición, de que a su derecho convenía de que Don Alvaro Tarfe, aquél caballero que estaba allí presente, y que no era aquél que andaba impreso en una historia intitulada Segunda parte de Don Quijote de la Mancha, compuesta por un tal de Avellaneda, natural de Tordesillas. Finalmente el alcalde proveyó jurídicamente; la declaración se hizo con todas las fuerzas que en tales casos debían hacerse, con lo que quedaron don Quijote y Sancho muy alegres, como si les importara mucho semejante declaración y no mostrara claro la diferencia de los dos Quijotes y la de los dos Sanchos sus obras y sus palabras. Muchas de sus cortesías y ofrecimientos pasaron entre don Álvaro y don Quijote, en las cuales mostró el gran manchego su discreción, de modo que desengañó a Don Alvaro Tarfe del error en que estaba; el cual se dio a entender que debía de estar encantado, pues tocó con la mano dos tan contrarios dos Quijotes...

Así, en un capítulo de la secuela, se estableció un pacto de caballeros entre los personajes de ficción, tan ajenos a batallas autorales. Recurren a la autoridad, pero se burlan al mismo tiempo de ella, con el como si les importara semejante declaración. Así era como se defendía el derecho de autor en aquel entonces: con la pluma y el ingenio, en la ficción, porque ahí era donde se habían hecho los agravios. Y luego del capítulo aclaratorio, y el encuentro de ficciones, reducido a un malentendido nomás, tornado agradable acuerdo entre los personajes que deciden a qué obra y autor quieren pertenecer, pues a otra cosa mariposa...

miércoles, marzo 23, 2005

Los jefes y el cemento

En una reunión familiar, mi mamá, médico cirujano con especialidad en anestesiología y medicina del dolor, jefa del departamento de anestesia de un hospital de zona del IMSS, salió con la jaladita de que quiere leer el Manual de la perfecta cabrona. Entre mi hermana y yo le pusimos tremenda cajetiza, no es posible, una hija de letras hispánicas y otra de letras inglesas y ella leyendo porquerías, como Los amores de Catalina la Grande y cuestiones de medicina, claro. Mi mamá pintaba al óleo y pintaba bien, no fregaderas a la Bob Ross. Se sabe un chorro de poesás, más que yo. Salva vidas a destajo, es excelente médico y eso le costó, vaya si le costó. Vaya si me costaron sus prolongadas ausencias.
Luego mi papá, abandonado por su mamá a los tres años con otras dos hermanitas y quien un maldito día, a los dieciocho años, sacó el cadáver paterno del amasijo de fierros de un volkswagen sedán, luego de chocar contra un tráiler. Que empezó cargando cajas en un laboratorio, luego como archivista, como yo, y actualmente es director jurídico, con no sé cuántas especialidades, le ha dado por oír a Luis Miguel y dormir, dormir y dormir ¡¿pero qué pasó?, tú amabas Creedence, Chicago, Boston, Santana, Kiss, Eric Clapton papá, los 70´s, ¿recuerdas? Led Zeppelin, Black Sabbath, John Denver, el Vicente Fernández Gringo, caramba, naciste el mismo día que Lennon, no puede ser que no recuerdes cuando yo era chiquilla y te veía los fines de semana: mientras yo jugaba en el jardín con mis carritos matchbox (tuve mi colección y hasta la fecha amo los carritos) o veía mi View Máster, tú te sentabas plácidamente sobre un bloque de cemento hecho piedra, y rasgueteabas las cuerdas de tu guitarra...ahora tienes unas padrísimas, una acústica, otra eléctrica, pero ¿qué pasó? ¿qué les pasó a los dos? No me lo explico, chicos, cuando llego a la casa de ellos y los veo deambulando como fantasmas, les regalo cosas que ni voltean a ver, y hasta me reclaman por gastar, dormidos cuatro horas, hasta que me harto; guiño el ojo lloroso a mi esposo, agarro mis cosas, mis hijas y me voy.
Tal vez les pasó lo que al cemento...

Fan mail


Querido Cerati:
Soy tu fan desde los 12, cuando mi libido despertó con tu voz. Cuando te vi, con esa moda ochentera emulando a Robert Smith, te hallé feo y mis noches de humedad adolescente las imaginé al lado del baterista ojiazul, no lo niego. Pero siempre lo imaginé con tu voz, que conste. Baste, mi bien, eres guapísimo y te amo. Por eso no me explico semejante injusticia, no puede ser que hasta mis sueños me saboteen, en vez de solaparme y darme cuerda como perro de departamento soltado en loma. Soñé que filmaba una película contigo (checa, dos espacios de ficción, el sueño y la película) , y ¡te tenía tan cerca!, no como aquella vez que me desgañité en tu concierto. No, cerca en serio. Platicaba contigo, no sé nada de Argentina, pero sí, Martín Fierro, Don Segundo Sombra, El Beso de la Mujer Araña, Gardel. Algo, algo, sí. Te hablé de Javier Cozzolino, y me dijiste que sí lo conocías, que escribía muy bien, que era toda una estrella en Argentina. Te dije que acá en México apenas se estaba conociendo, muy modesto él, me dijiste.
Pero no me explico lo que pasó después.(¡¡¿Dios porqué no me abalancé y ya?!!) Venía una escena donde estabas con otra chica, y yo miraba tras bastidores, verde de rabia...y mi escena nunca venía, porque yo era tu pareja hasta la otra película (pero eso sí, ya te quedabas conmigo para siempre)...
En esa sí te toca, mamacita, me decías.
**Agradezco a mi esposo la ayuda prestada para poner tu foto, querido mío.

viernes, marzo 18, 2005

Black and White

Mi gato, black and white y ojos amarillos como miados de cerveza, me despertó hoy. Se acercó cariñoso, se acurrucó junto a mi cara de pambazo sin salsa y me castigó con el aroma de su hocico, bostezándome directo en la faz. Uno de esos bostezos para descoyuntar el maxilar inferior.¿Han olido el aliento de un gato? ¿no se han preguntado porqué a un animal tan elegante y que nunca pierde la compostura le hiede el hocico así? ¿porqué no huele a croquetas, si es lo único que come? Otra vez, algún hado maligno me castiga con este tipo de "regalitos".
Son las siete y estoy en mi trabajo. Tuve mucho que hacer ayer y hoy, así que hasta ahora estoy en contacto. Estoy arreglando un expediente sobre el Anteproyecto de la Convención para la Protección de la Diversidad de los Contenidos Culturales y las Expresiones Artísticas de la UNESCO, a cuya reunión asistirá mi güero jefe el martes. Mi hermana está aquí haciéndome compañía, en este momento le ruega a su mejor amiga Lidia que la acompañe a tomar clases de danza árabe, porque mi hermana ya tiene a quién amar y quiere aprender a potencializar su sensualidad natural. Quería irme de vacaciones pero no se pudo, pero eso algo tiene de bueno, estaré en mi blog, pondré en orden el archivo, para retirarme tranquila. Como estocada final a aquellos que nunca quisieron cambiarme a la revista, publicaré un artículo sobre los avatares autorales del Quijote, lo de Avellaneda y ese rollo tan frecuente entonces, en la revista en la que, ahora lo sé, nunca voy a tener el gusto de trabajar. Claro que mencionaré, en afán vindicativo, lo mucho que sufrió Cervantes por la burocracia estúpida. Adiós nueve mil pesos a la quincena, adiós, a ver cuándo los vuelvo a ver juntos.

Adiós cuando mi amiga Verito (entre mi esposo y yo nos carcajeamos cuando decimos Verguito) me dijo que la neta, ni me quejara de estar aquí, que me pagaban bastante bien por lo que hacía. Me cayó como una piedra en el pozo de mi culo y no supe qué decir (¡burra, burra, burra!) Hubiera podido decirle que es porque no quieren, que podría desquitar mi salario y hasta me quedarían a deber, en un área afín a mi perfil. Pero tenía ganas de sacarle provecho a su mala onda, haciéndome la víctima después.
En fin, acabo este post en un café internet cercano a mi casa, espero que este fin de semana lo pasen bien, me acaban de entregar las fotos del festejo de Primavera de mis monstrellas, haré el esfuerzo de averiguar cómo carajos ponerlas aquí y me conozcan y se horroricen y se maravillen con lo bellas que salieron mis hijas. Ah, el gato aparecerá por ahí, el muy marrano.

miércoles, marzo 16, 2005

Un día entre semana

6:30 mi marido me despierta. Reniego y acaricio al gato.
7:00 me lavanto a regañadientes a bañar.
7:15 salgo (nunca puedo salir antes, por más que me lo proponga) el rímel viejo se me escurre por las mejillas y parezco Alice Cooper, el cabello largo y mojado, me lo amarro.
7:40 visto a mis hijas, alguna que otra patada seca por ahí, berridos, la moda infantil es incomprensible.
Camino al trabajo, peleo con mi esposo: me enoja que arranque el coche en segunda, que eche camorra con los otros automovilistas.
8:00 largamos a las niñas en en Cendi. Suspiro aliviado. Acabo de pelear con mi esposo. A desayunar. Tertulia con los conocidos.
9:00 llego y enciendo esto. Leo los comments. Búsqueda de noticias, subrayo ideas principales, paso al jefe.
10:00 archivo y visitas furtivas a otros blogs. Me pinto (a veces).
eso se prolonga hasta las...
2:30 comienzo a maquinar en el post del día.
4:00 salgo por mis hijas otra vez, conduzco hasta mi depto.
4:15 les prendo la tele a mis hijas y me tiro a la cama como 20 minutos. Estoy muerta (a esta hora deveras lo estoy o tal vez desde que desperté). Doy de comer a mis hijas, cada tercer día, las baño.
6:30 llega mi esposo. Me ve la carota y prende la tele, la dejará hasta medianoche. Aquí sí entran las cosas que me interesan, mis hijas se van al depto. siguiente con los abuelos. Leo, no tengo internet en casa, arreglo ropa, leo lo que copié de los blogs e imprimí en hojas de reciclaje.
9:00 duermo a mis hijas. Luego, si algo XXX sucede entre mi esposo y yo será a partir de esta hora, los rapidines son mañaneros.
10:30 le echo bronca a mi esposo por su vicio televisivo, al que, a veces, no lo niego, cedo (tengo el paquete universal de sky). Pero no más de dos horas, palabra.
11:30 mi café con leche, me lavo los dientes, me pongo pijama...
12:00 mi esposo apaga la tele.Viene a dormir.
Qué más puedo decir.

martes, marzo 15, 2005

Canacine contra la piratería

Diario bajo noticias de internet relativas a Propiedad Intelectual. Y diario soy testigo de la codicia mercantilista que se cargan las Sociedades de Gestión Colectiva (sociedades de autores "no lucrativas" que aglutinan a disqueras, editoriales, y demás), para cobrar por todo y quedarse con el dinero de toda la labor creativa de los autores. Creí que el derecho de autor estaba inspirado en una corriente francesa y humanista diferente a la del copyright, pero otra vez, me equivoqué.
Son rapaces estos tipos, y lo que más me repatea, es que utilicen mecanismos de represión moral con las personas que no tenemos para pagar los 200 pesos por una peli que no los vale. Que nos pongan al nivel de cómplices de corrupción y robo. La piratería sucede porque somos un país pobre, porque somos un lugar de apariencia, porque nos conformamos desde siempre con poco y mal, a falta de más: acostumbramos comer mal, viajar en latas apestosas de microbuses ¿porqué no acostumbrarse a ver malas películas borrosas?
Si las películas que hacen son desechables, si la gente no compra discos es porque ya no se hacen discos como antes, pura porquería de una canción buena...pero eso sí, a precios de hoy. Carísimos y cuando les dicen que le bajen al precio, porque la calidad es pésima, dicen que ese no es el asunto, que ellos no son los malos, sino "los piratas y los consumidores ignorantes".
¿Qué calidad moral pueden apelar tipos que quieren cobrar una compensación por cada disco virgen vendido (dan por sentado que es para hacer copias apócrifas), que van a antros y fiestas de pueblos a que les paguen por la música que bailan, que quieren que paguen por fotocopias para estudiar, si no editan más que basura, y el libro bueno no lo hay o sólo en las bibliotecas...donde ya quieren cobrar también su famosa compensación, que te sacan un dineral cada vez que vas al cine, no te dejan meter ni un chicle, carajo. Que casi te quieren cobrar la melodía por chiflarla...
Julio Iglesias quiere separarse de Sony, porque no lo pelan. Sony es dueña de las canciones que enriquecieron a ambos. Sony no lo dejará ir: si el artista no vende como antaño, se debe a problemas creativos y a que "debe replantear su carrera profesional". Ellos se lavan las manos. Nadie sabe para quien trabaja, mi querida voz aborregada.
En Colombia la editorial quiere cobrar por cada préstamo bibliotecario del último libro de Gabo...más tristes que las putas, van a quedar los lectores. Si esas sociedades se quedan hasta con el 45% de lo recaudado por la obra...
¿Con qué cara vienen a proponerles a los niños que sean fiscales antipiratería o que comprar pirata es robar o igual a copiar en un examen? Ahora resulta que los mercadólogos y ejecutivos quieren dar clases de moral y buenas costumbres. Y ahí va una como madre pendeja a explicarle al hijo que las cosas no son como dicen en la tele, a explicar tonterías porque a unos cabrones les dió por moralizar para disfrazar su voracidad.
El día que hagan buenas películas, buenos libros y buenos discos, ése día compro original.

martes, marzo 08, 2005

Friedrich Hölderlin

La literatura extranjera que yo conocí, fué la alemana. Una grata experiencia gracias a Renata Von Hanffstengel, quien me enseñó que la traducción del alemán es un dilema, y quedan trasuntos apenas perceptibles al español de la belleza poética inicial. (Aunque de hecho era mi última opción y sólo la elegí por cuestiones de horario).

Elegías /Quejas de Menón por Diótima

Sé que es en vano, dioses de la muerte,
suplicar o rebelarse cuando vosotros
atrapáis al hombre y lo encadenáis, vencido,
o cuando lo abatís en la noche borrascosa.
pero de nada vale tampoco soportar
vuestras embestidas temblando en el destierro
ni sonreír cuando escucho
este canto vuestro severo y lapidario:
"Es preciso que olvides tu dicha efímera
olvídala y adormécete en silencio"
Sin embargo en mi pecho algo suspira esperanzado.
A esta pena no has podido acostumbrarte
y entonces sueñas en tu férrea somnolencia.
No es para mí momento de festejos;
empero yo querría coronarme de flores.
¿no estoy solo aquí? pero un aire me roza,
muy suave, venido de lejos; y aunque dolorido
sonrío, admirado de sentir el poder de una felicidad
que desborda mi pena.

Respuestas a la Encuesta del Gran Editor Sudaca

Beloved Gran Editor Sudaca, he aquí mis respuestas:

1.- ¿Quién o quienes debería/n determinar, en literatura, qué es literatura de lo que no lo es?
Creo que la sociedad misma, como referente inmediato de un texto literario. Si la literatura es un producto social, basado en una tradición lingüística y realidad social concretas -aunque no refleja forzosamente lo que sucede en ellas-, siempre toda literatura nace condicionada en gran medida por los valores de esa sociedad donde se originó. Sin embargo, esa sociedad que debe determinar qué es literatura de lo que no lo es, tiene diversos agentes que actúan como "jueces literarios"
2.-¿Quién o quiénes, de hecho, lo están haciendo?
Esos agentes que actúan ante la sociedad a la que pertenecen son los que lo hacen, como lectores privilegiados, creo que en la actualidad son cuatro (claro que puede haber más o menos) determinados por:

3.-¿Qué capacidades debe tener ese juez literario ideal y cuáles otras poseen los jueces de hecho - de haberlos-?

En la realidad, sus capacidades están muy en función a sus intereses personales y de los organismos a quienes representan. Entre menos intereses y favoritismos tengan, pues mejor, pero esto no sucede. Yendo hacia un juez literario ideal debe ser imparcial y comprometido con el ideal estético más esencial y personal, porque no hay que negarlo, aunque quiera ser objetivo, opera un gusto íntimo, siempre inexplicable, de acuerdo a lo que él lea, escriba, consuma, etc. Debe detectar si ese texto es representativo para los intereses de la sociedad, si le dice algo, algo distinto, algo que necesite, otros punto de vista, otro sentido del humor, cómo lo reelabora, etc. Y lo más importante, es que tenga apertura para reconocer nuevas propuestas.

4.-¿Porqué se suela criticar lo consagrado y rescatar lo que fué desdeñado por los suplementos culturales y las grandes editoriales?

Porque hay una necesidad de "rescatar" una obra que da para más: una obra literaria es polisémica y ambigua, al componerse de lengua, es doblemente signo, y se le puede descodificar en distintos niveles y manifestar su vigencia aún en circunstancias distintas a las que la originaron. Y porque interesa conocer la cultura literaria de las diferentes épocas, toda la gesta, elaboración y recepción de la obra, en una "panorámica" digamos, un corte sincrónico y diacrónico de la obra literaria. Porque el estudioso determina su objeto de estudio, es una labor subjetiva, no hay obras ni objetivos predeterminados.

5.- ¿Es posible un cánon literario, o más de uno, en estas circunstancias? ya sea afirmativa o negativa la respuesta, indicar porqué.

Sí creo que haya cánones, marcados de acuerdo al horizonte de lecturas que tenga cada quien. Este horizonte de lecturas marca las expectativas de lo que se leerá y da los criterios para valorarlo. (Esto es lo de la teoría de la recepción).Hay tantos cánones como grupitos y seguidores de x teoría o autor. Modas de acuerdo a cada época, caprichositas y claro que los jueces están dentro de estas cuestiones pasajeras.

Si alguien más tiene respuesta a estas puntillosas interrogantes, que agobian con desvelos al Gran Editor Sudaca, favor de verterlas en la página de su servilleta o en la del Proyecto Sudacas.


lunes, marzo 07, 2005

Baryshnikov o la envidia rastrera

Un buen día andaba yo bobeando en la librería Gandhi, sin dinero para comprar una postal siquiera, y solapa, como suelo andar, cuando me quiero sentir a gusto para mirar los libros de fotos de desnudos que hay por ahí.
Y entre los libros que alcancé a ver, estaba uno precioso que se llamaba Baryshnikov black and white que recorría en fotos blanquinegras la carrera de décadas del mítico bailarín ruso. Y verán, no me impresionó la calidad insultante de ese hombre al bailar, los giros perfectos, la elegancia que no se perdía hasta en el gesto más extremo, su cuerpo cincelado con trabajo y largas jornadas...no. Era algo en su expresión, su rostro, el empuje de vivir al máximo, todo su ser, en aquellas piruetas, su cara reflejaba que, no sólo por ese manejo cuerpo el escenario le pertenecía, sino también sus ojos poseían el placer de un virtuoso que hace lo que ama hacer. Hojée el libro viendo su cara, y la experiencia fué inexplicable. No hallo palabras para describir el brío de sus ojos, la certeza tangible en el papel -llegando hasta mí- de haber nacido para eso y hacerlo mejor que nadie, debe ser el mejor tónico de belleza que alguien pueda hallar. Mikhail era insolentemente bello. El libro recorría sus primeras presentaciones, la calidad deslumbrante, el giro perfecto, y el envejecimiento de nuestro personaje, como cualquier mortal. Pero su rostro, ahora enseñando a sus alumnos, tenía la misma firmeza, el mismo brío de semidiós caucásico.
Qué envidia, me dije. Ya saben que yo envidio todo lo bueno en los demás, y que no tengo problema en reconocerlo. No ando por ahí diciendo que no envidio nada de nadie, porque soy rastrera, rastrapera, rastacuera y observadora del prójimo, qué le voy a hacer. Mi terapeuta me decía que pusiera atención cuando la sintiera, porque eso quería decir que yo tenía eso que envidiaba, escondido, pero latente, y que esa envidia revelaba que eso tenía la urgencia de salir. Me alegro porque he sentido, percibo y seré capaz de experimentar la energía de Baryshnikov -por fin algo tengo en común, vaya- de otro modo, no hubiera podido advertirla siquiera.
Es conveniente que les dijera qué me hace vibrar así, pero mi esposo quiere platicar conmigo acerca de ese algo que me traigo entre manos, pero ese es motivo de otro post.

viernes, marzo 04, 2005

Wislawa Szymborska , nobel 1996

Soy la que soy.
Casualidad inconcebible
como todas las casualidades.

Otros antepasados
podrían haber sido los míos
y yo habría abandonado
otro nido,
o me habría arrastrado cubierta de escamas
debajo de algún árbol.

En el vestuario de la naturaleza
hay muchos trajes.
Traje de araña, de gaviota, de ratón de monte.
Cada uno, como hecho a medida,
se lleva dócilmente
hasta que se hace tiras.

Yo tampoco he elegido,
pero no me quejo.
Pude haber sido alguien
mucho menos personal.
Parte de un banco de peces, de un hormiguero,
de un enjambre,
partícula del paisaje sacudida por el viento.
Alguien mucho menos feliz,
criada para un abrigo de pieles
o para una mesa navideña,
algo que se mueve bajo un cristal de microscopio.
Árbol clavado en la tierra,
al que se aproxima un incendio.
Hierba arrollada por el correr de incomprensibles sucesos.
Un tipo de mala estrella
que para algunos brilla.

¿Y si despertara miedo en la gente,
o sólo asco,
o sólo compasión?
¿Y si hubiera nacido
no en la tribu debida
y se cerraran ante mí los caminos?

El destino, hasta ahora,
ha sido benévolo conmigo.
Pudo no haberme sido dado
recordar buenos momentos.
Se me pudo haber privado
de la tendencia a comparar.
Pude haber sido yo misma,
pero sin que me sorprendiera.
Lo que habría significado
ser alguien totalmente diferente.

jueves, marzo 03, 2005

Avaricia o tírate otro vida mía

Hoy mi marido me despertó con un pedo. Involuntario, por supuesto, pero lo suficientemente sonoro y nauseabundo para que olfato y oído reclamaran al cuerpo una levantada de emergencia. Con ese principio, manifestación íntima, más sana que los Corn Flakes, supe que de este día nada bueno podía esperarse.
Pero visto por otro lado, mi esposo es generoso, nada que ver con mi jefecito, de tacañería proverbial. Es pariente lejano de Monseñor Guízar y Valencia, beato o santo o iluminado de Cotija, Mich., donde una foto suya enmarcada con luz neón decora todas las farmacias. Pero mi jefe con aire de santidad, es lambisconsísimo, pide venia del Director General para tomar uso de la palabra en las conferencias, le limpiaría el suelo con la lengua si fuera necesario pero tratándose de dinero, es otro rollo. Ni las coperaciones para el café quiere dar. Son 15 pesos al mes, chicos...pues no se los sacan. Si cometo la buena onda de pagarle su comida, no me la pagará jamás, porque siempre trae la cartera vacía. Y si lo hace, será del dinero que nos dan para notificaciones. Su carro es una baratija que no trae tapones...no dispara ni en defensa propia. No me sorprende que no me regale una firma. Debe ser un estreñido y gozar con la retención de las heces fecales, pues según los psicólogos, los avaros se quedaron en esa delirante fase anal. Recapacito entonces, y resuelvo que debo ser comprensiva con las flatulencias de mi esposo, tarea no fácil porque es un rinoceronte de más de 120 kilos y 1.85 de estatura, un animalazo moreno que adoro con el corazón y que me regala con la generosidad de sus ventosidades, aún dormido... porque lo que es a mi jefe (quien parece güero quesero de Cotija) como dice mi abuela "no le saco un pedo en la procesión del silencio".

miércoles, marzo 02, 2005

Las rosas inglesas

Como ya saben, tengo dos hijas: Lucía Belén de cinco y Angélica del Carmen, de dos, que se pelean como locas todo el tiempo: la menor quiere todo lo que la mayor traiga y ésta goza haciendo "desatinar " a la chiquilla. El último de pepito fué que Angélica dejó como santocristo a Belén, con toda la cara rasguñada. No las puedo dejar un ratito solas porque comienzan los gritos, los golpes secos, los lagrimocos y los berridos. Salgo de la recámara, donde estoy leyendo y acariciando a mi gatito, casi a implorarles que se aplaquen y casi siempre, alguna sale mortalmente herida: Belén -compungida y groserota- azota la puerta de su cuarto y Angélica no cede, y la saco roja de coraje, con lágrimones en las mejillas, diciendo imprecaciones balbucientes, habla en tercera persona y dice quiereeeeeee monecaaaaaaa (quiero la muñeca), arrastrándola, me convenzo de que estas nenas son un caso serio. Lo más cómico se da cuando se cuentan cuentos o hacen "comentario de textos". Ninguna de las dos sabe leer, pero identifican bien los dibujos y las secuencias: Belén saca consecuencias lógicas insólitas. En este momento su libro favorito es Las Rosas Inglesas, de Madonna, comprado bajo coherción por el abuelo, y se muere de ganas por contárselo a sus amiguitos del Cendi. Una vez, mi Belén me reprendió severamente por leer tanto, me dijo que era mejor jugar, jugar y jugar. Le dije que para mí leer era como un juego y me dijo que porqué leer si se puede jugar (¿ven? si les digo que está cabrón) y la insigne madre se quedó con cara de what y pensé decirle que porqué jugar si se puede leer, pero se me hizo una salida gandalla a un pregunta genuina. Pero ahora, con este libraco maddonesco, creo que comienza a comprender el lenguaje silencioso de un libro.A veces, con los dibujos, inventa otras historias donde comienza en la última página y la continúa en la segunda, y así. Y sus cuentillos son coherentes, con principio, nudo y final, y vuelve a comenzar y es una historia sin fin y el cuento principal sólo era un pretexto para la capacidad creativa de mi niña, me encanta. Por cierto, tiene lindos dibujitos el librín ese. Angélica y sus dotes de narradora oral, son motivo de otro post. Saludos a todos.

Románticas del ayer

Una forma distinta de decir que el tipo padece una paranoia celotípica ingenua, al creer que su vieja tiene "alma de santa". Pero él lo dice bien chulo de bonito. Y qué quieren...soy sentimental.

Meditando, yo me di cuenta que
aunque este sin ti, a tu lado voy
como un duende yo sigo tus pasos
con mi mente voy siempre contigo
ahuyentando pecado y fracaso,
evitando que el negro destino
se te acerque y te atrape en sus brazos.

Porque quiero que a tu alma de santa
no contagie la maldad del mundo
porque ahora que te siento mía
cada vez es mi amor mas profundo
como un duende yo sigo tus pasos
para ver si tan solo eres mía
o repartes tu amor en pedazos.

Porque quiero que a tu alma de santa
no contagie la maldad del mundo
porque ahora que te siento mía
cada vez es mi amor mas profundo
como un duende yo sigo tus pasos
para ver si tan solo eres mía
o repartes tu amor en pedazos.

para ver si tan solo eres mía
o repartes tu amor en pedazos.

martes, marzo 01, 2005

***

¿Y si durmieras?
¿Y si al dormir, soñaras?
¿Y entonces, si soñaras que vas al cielo,
y alli recogieras la más hermosa y extraña flor?
¿y si cuando despertaras tuvieras la flor en tu mano?
Ah, y entonces
¿que?

Coleridge

De tenebris

Hay películas que plantean cómo opera en diablo en nosotros, algunas veces no me sorprenden en lo más mínimo, porque siempre he estado convencida de la existencia del demonio. Siempre, desde que era niña, y no porque oiga o vea cosas...nunca me han "espantado", nunca he visto nada, pero sí he tenido sensaciones extrañas, o presentimientos raros. Desde que era niña me gustaba mucho la Virgen del Sagrado Corazón,me embebía horas viéndola en la escalera de la unidad habitacional donde vivía. Yo en ese entonces estaba muy sola, casi no veía a mi mamá porque ella estaba estudiando para médico cirujano, cuando yo era chiquita le detectaron un tumor tiroideo y sentí que mi mamá se iba a morir. La veía perder el sentido y caerse por todos lados, llorar y todo eso me daba un miedo del que sólo me reponía rezando. Mis papás estaban divorciados y vivía con mi abuela y mis tíos, uno de ellos alcohólico con el que sufrí muchas cosas que no quiero recordar para decírselas. Rezaba y rezaba y a veces, realmente me sentía dentro del seno de la madre amorosa que nunca tuve. Tanto lo hice y con tanta fe que recibí mí banderín de Religión en segundo de primaria (iba en escuela de monjas). Puedo decir, sin temor a equivocarme, que experimenté a Dios y que en el cataclismo ácido de mi niñez, fué un pepto bismol. Luego comprendí que no tenía control sobre las desgracias que me pasaban y mi adolescencia fué turbulenta pero culposa, llena de ideas suicidas y sueños de libertad que ya no recuerdo. Miren, el demonio existe y cuando estamos débiles o alicaídos, desprevenidos, nos influencia de manera peligrosa: jugando, viendo "qué tanto es tantito", con delirios, que se nos haga fácil lo que en otro momento nos parece exorbitado. De manera personal, lo he sentido en la noche, muy entrada la noche, entre las dos y las cuatro de la mañana, cuando estoy sola, ciertos pensamientos horribles comienzan a apoderarse de mí y deliro y lloro y pienso que si hay algún buen momento para desaparecer debe ser ahora que mis hijas están pequeñas y así no me recuerden en el futuro. Y pido ayuda a Dios y no puedo, porque el Demonio prevarica y muy bien, con una lógica impresionante, lo que antes me infundía calor y amor. Y otro efecto palpable de la presencia del Diablo lo tuve cuando mi hermana (a los 9 años tuve una y única hermana - bendito sea el cielo- y mis papás se juntaron, hasta la fecha) tuvo su primer intento de suicidio. Mientras ella estaba en el hospital para un lavado gástrico y una revivida con epinefrina, entré a su recámara. Estaba espantosamente fría, y no percibía más que un sonido inaudible, como un silbato que toca decibeles más altos de los que mi oído podía percibir. Entré al baño y ahí estaban los restos del veneno, todavía sin remover, y el frío, mucho frío. Los animales no querían entrar al cuarto y esa noche mi esposo y yo dormimos helados en ese lugar, antes templado y hasta caluroso. Al día siguiente la vi en el hospital y yo sé que ella esperaba un abrazo más efusivo, pero yo estaba engarrotada: sentí que eso que estaba abrazando no era mi hermana, ésa estaba muerta, en otra región ella realmente no quería estar ahí; lo que yo abrazaba eran los despojos que la muerte no había recibido. Tiempo después, cuando hablé con ella le dije que a qué hora había hecho aquella macabra operación y me dijo que a las cuatro de la mañana...
Tal vez me digan que esto es pura sugestión, que lo que sucede es que no me quiero hacer responsable de que mi hermana y yo nos cargamos una depresión impresionante, y que prefiero endilgárselas a un ente de la fantasía occidental. Y que me cargo un superego tirano y sádico que compite con mi ego tan frágil, etc. Yo estoy convencida de que el Diablo opera en uno, sólo es cuestión de estar desprevenido. Una es débil, terrestre, finita e incomprensible, influenciable y de repente, en una desesperación llega en forma de respuesta...Tal vez sí, tal vez no.

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