lunes, mayo 14, 2007

Secreto de mi familia

El secreto mejor guardado de mi familia, el que más pudo haberla devastado y nadie sabe hasta dónde, es que mi abuelo tuvo una relación homosexual al final de sus días. Les voy a contar...mi abuelo, que falleció en 1986 cuando yo tenía nueve años, tenía una enorme biblioteca y yo desde chica me metía en ella. En un principio, me llamaron la atención las revistas XXX viejas que había ahí, y luego que me fastidió Doris Pavel, le entré a los libros. Mi abuelo subrayaba con pluma roja lo mismo a Unamuno que varios libros de autoceptación gay. Al principio, creí que era una de las demás excentricidades de mi abuelo, como su obsesión por las suecas, pero se cayó una tarjetita de cumpleaños de un libro.Y de pronto, a mis pocos años, muchas cosas adquirieron sentido para mí.
La tarjeta llamaba con muchos motes cariñosos a mi abuelo, como gordito y era de otro hombre, que yo conocía. Mi abuelo le dedicó libros a ese hombre. Veamos: yo viví con mi abuela y tíos cuando mis papás se divorciaron, desde los dos hasta los once, aprox. Y nunca mi abuelo vivió con nosotros. Llegaba de vez en cuando, acompañado por un hombre moreno, con eterno cuello de tortuga. Era recibido en casa, por mi abuela. Lo apodaban Polo. Cuando de niña pregunté quién era, me dijeron que era el chofer de mi abuelo. Si yo preguntaba porqué mi abuelo no vivía en el departamento con nosotros, recibía un invariable: porque no cabemos, porque mi papá se hartó de las borracheras y desmanes de Rubén Darío y de la alcahueta de mi abuela. Además, él debe cuidar la construcción de la otra casa [donde vivía con Polo.]
Rubén Darío es el tío alcohólico del que he escrito otras veces. El nombre seguramente no tiene nada que ver con su vicio, que empezó en la pubertad y acabó, cocainómano y paranoico, encerrado en una granja siquiátrica. Era el hijo varón mayor, el que seguía a mi mamá. El único con nombre de poeta. El más guapo, le decían El Carita, el más alto, el de mejor voz al piano, el sobreprotegido niño de mamá. El que de repente, obstinadamente, se echó a perder. El que ví tantas veces golpeando a todos, incluída yo. El que odiaba -lo único genuino en él- con un odio profundo y pútrido, a su papá.
Mi mamá, primogénita, se vuelve fiera e irascible cuando toco el tema, a lo más, refiere que en esa relación tuvo que ver que mi abuelo estuviera en el Seminario de Morelia, que ahí pasaron "cosas" y que no fué homosexualidad, sino bisexualidad. Lo que sea, se enfurece. Los demás tienen una imagen estereotipada de mi abuelo. Si fuera por ellos, nunca podría conocerlo, como él era. Sólo por Polo, quisiera contactarlo, preguntarle, platicar...la última vez que supe de él hace muchos años, fué que mi tío León (por el Papa León XIII) se lo topó en una Iglesia, y se saludaron. A nadie le importó preguntarle más.
A mí sí me importa, quisiera encontrarme con Polo, quisiera platicar con él. Tal vez, alguno de ustedes conozca a un señor llamado Leopoldo, de modales suaves y elegantes, moreno y delgado, mediano de estatura. Seguramente, él no me reconocería, porque nunca Polo tuvo un detalle significativo conmigo. Yo a estas alturas, sólo le diría: Me apellido Prado. Tengo a su gordito en los genes, observe. Mire mi cara redonda. Vea mis ojos, mis ojos grandes y saltones... le invito un café...deme un abrazo.

Comments:
Pues me imagino que para la familia sí debe ser difícil aceptar la preferencia sexual del abuelo, sobre todo en la sociedad en la que nos desenvolvíamos.

Yo creo que si haces una búsqueda sí puedes encontrar a Polo y que te cuente qué con tu abuelo. ¡Ah, los abuelos...!

Buen inicio de semana, Wendy.
 
¡No hay fotos de Doris Pavel en Google!
¡Pero si estaba buenísima!
¿Qué mundo extraño es éste, Dios mío, que olvidan a las encueratrices del ayer?
 
De visita, conociendo nuevos amigos.
Ytodos mis respetos para otras preferencias y creencias.

un afectuoso saludo.
 
como historia, me gusta, solo le sacaría ese lugar común del origen de la homosexualidad en los seminarios. de hecho, le sacaría toda raíz plantada en el pasado. es muy psicoanalítico. como verás, si tu abuelo fue o no maricón no es tema que me interese. me gusta w. cómo contás ciertas cosas, cómo comenzás a desarrollarlas. eso es lo que me gusta. y la idea de un abuelo con ciertas inclinaciones prohibidas. abrazos.
 
Que bonitos ojos tenía tu abuelo.
 
Que bien escribes, Wendy... me gustaria leer una novela que escribieras en algun momento.

Con respecto de la homosexualidad y la sociedad en la que viviamos, esa misma sociedad es en la que se vive en Mexico. A pesar de lo que se diga de la aceptacion de los homosexuales, y de la ley de convivencia, la realidad es que la mentalidad mexicana es machista, misogina, muypendeja y mamona (perdon, estaba buscando eMes).

Hay cosas maravillosas de la sociedad mexicana, pero la aceptacion de otras creencias, religiones y orientaciones sexuales, no es una de ella.

Acabo de terminar de dar clases en licenciatura aca en Canada, y precisamente me encanto la forma tan madura en la que mis alumnos y alumnas manejaron temas dificiles como el aborto, la homosexualidad, la gente sin hogar permanente, la prostitucion. Realmente me enorgullecieron. Y de hecho tuve tres alumnos mexicanos, todos excelentes.

Me encanto que tuvieras la apertura de mente para querer conocer a Polo, sobre todo porque como dices, tu eres parte de la historia de tu abuelo. Lo llevas en las venas.

Caray, si todo mundo escribiera con esta pasion, en lugar de tener pinche atole en las venas... :)

Un abrazo fraterno.
 
Me encantó como escribes, un saludo...
 
Moraleja: Las bibliotecas no son lugares inocuos para los niños.
 
Yo no le veo para nada algo malo a la homosexualidad o bisexualidad, que viva la libertad y el sexo libre y responsable. Lo que no entiendo es por qué no se divorciaron tus abuelos, por la infidelidad pues... Seguramente habrá sido porque en esa época pensar en divorcio era simplemente imposible...?
 
debo confesar: una vez vi una foto de mi abuela --enterrada con todo y su belleza juvenil desde que yo tenía -2 años-- y no tardé mucho en hacer la chaqueta. ahora que leo esto no dudo en imaginar el siguiente paso: el de la orgía, hombres y mujeres por doquier, abuela enmedio.

la pregunta más sensata que se me ocurre: "¿le pediste alguna vez que se largaran juntos para siempre?"

o quéséyo.
 
Wendy, me quito el sombrero para lucir mi hermosa calva ante ti.
Gracias por escribir, por inspirar y expirar cotidiana realidad con tu toque tan personal. Mis respetos.
P.S.
para encontrar a Doris Pavel en Google solo basta con colocarla entre comillas. Besos y abrazos
 
Buscalo Wendy, buscalo, asi sabras mas de el y de tu abuelo. En mi familia tambien hay de esos secretos, pero los esconden tan bien que no los comparten conmigo... no mi abuelo, tengo mis sospechas sobre otro pariente...
 
Nombres, nombres.
 
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