jueves, abril 19, 2007

Pulguera

Mi faceta más conocida en Michoacán, es la de matadora de pulgas. Esto es un orgullo asqueroso y de molicie, pero prefiero decirlo yo antes de que lo suelte mi hermana. Si alguien sabe usar sus dedos pulgares (que reciben el nombre de ese asqueroso parásito) soy yo.
Ir a Michoacán y matar pulgas era para mí como jugar videojuegos para el niño de hoy: simplemente irresistible. Mi tacto era infalible y en poco (poquísimo tiempo) puedo dejar vacío a un gato manso. Los perros no se dejar espulgar y sus pulgas son grandes, muy desagradables, a pesar de mi maniaca obsesión.
Una caja de cartón llena de gatitos me podía entretener por horas. No tenía mucho qué hacer y matar pulgas era mi afición favorita cuando era niña, puberta y sólo dejé ese sano, benéfico, inofensivo y delirante entretenimiento cuando comencé a tener pretendientes. Esa nueva obsesión sí que me trajo problemas. Pero regresemos.
Mis parientes se reían de mí y me recordaban que nunca iba a terminar con ellas. Que era cuento de nunca acabar. Lo verdaderamente milagroso era que nunca las pulgas alcanzaban a picarme: así de rápida era yo. Volteando a ver la historia de mi vida, me yergo orgullosa y recuerdo que esas sí eran habilidades, yo estaba llena de juventud. Mi rapidez para matar pulgas era realmente un regalo inmerecido. Una veta menospreciada de mi tacto y vista, porque lo que menos me importaba era acabar con las pulgas, se acabaría el entretenimiento.
Ahora en las vacaciones, cuando mi hija Angélica llegó con otras niñas, con un gatillo cara de explosión, ojiazul precioso, metido en una bolsa del mandado, me lo arrojó con una mueca de azoro y repugnancia.
- Es mi gatito mamá, se llama Yorch ( o sea George).Tiene pulgas.
Belén, dama de sociedad decimonónica, casi vomita.
Aunque permanecía impasible, casi lloro de agradecimiento por la oportunidad enorme de revivir glorias pasadas.
Le devolví el gatillo a Angélica un rato después (¡falta cronometrarme, carajo!) lo levanté como un trofeo ofrecido a los dioses y luego de lavarme las manos, soplé sobre las uñas de mis dedos pulgares, mortal weapons. Eso era todo. Estaba revindicada.
Matador de Los Fabulosos Cadillacs en mi laptop, la canción de trepidantes percusiones, era un himno para mí -si el asunto original de la canción es de guerrilleros o luchadores sociales contra el Estado, eso me valía un pulga en el dedo, bien calibrada...-
Viento de libertad, sangre combativa

Comments:
¿Habíase visto vocación mas noble que la tuya Wendy? eres la Madre Teresa de los pulgosos. Hasta ganas me dieron de tener unas cuantas... :)
 
Ni digas. Por seguirte una pulga, soy capaz de hurgar en los rincones más remotos.
 
Jajajaa, esa si que no me la hubiera imaginado. Yo tambien soy espulgona... pero de pulgas no. A mi me gusta tronar barritos, jajaja. Pero solo de quien yo quiero, sino me da asquilin.
 
Querida Marce, me da gusto que seas de la misma naturaleza acicaladora, con tu variación personal.
Recuerdo que los changuillos se acicalan como muestra de afecto. Algún resabio debemos tener por ahí.
Eso sí, yo no me comería las pulgas ni por hambruna.
 
Hello, as you may already noted I am fresh here.
I will be glad to get some assistance at the start.
Thanks in advance and good luck! :)
 
Hola resulta que yo soy igual que tu y creía que era un hábito mio único y asqueroso que bueno es saber que no e stoy sola
 
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