lunes, abril 30, 2007

Posteo breve

Todos mis días son días del niño. Hoy tengo a mi hija mayor en el trabajo y se trajo sus ponies, bob esponja, una sirenita, una hadita y su tarea escolar para jugar. Tomó un rato la computadora para jugar en el website de polly pocket. Me tiene oyendo a Shakira y estaciones de radio payoleras. La otra chiquilla se fué a una visita escolar al Old McDonald Farm. A diferencia de otros años, cuando había juguetes, cine y visitas a algún lar infantil, esta vez no habrá algo especial. No me siento mal, porque tengo para su comida, ayer se cortaron el pelo y son niñas felices, nada les hace falta. Tal vez, un poco de disciplina. Añoro llevarlas al mar y desearía con toda mi alma dejar a mi hija en la escuela de paga, pero tal vez no será posible que continúe ahí el próximo año.
Es un día bonito, muy bonito, porque además saludaremos a un amigo de la preparatoria que no vemos desde esos tiempos remotos. Él se fue a Sonora huyendo de dos faldas (¡así mero, cotizado como los machos!) y tiene un futuro promisorio y me contactó nada menos que por este sitio. ¡¿Ven lo que les digo?! este lugar sirve para que caigan nuevos y viejos amigos. Veo a mi maestra el sábado próximo, para revisar dos de tres partes de mi tesis.
Me la encontré afuera de la Facultad, comiendo a mordidas un sabroso panqueque (mi maestra es obesa, Pável le dice Moby Dick y soy su discípula aventajada, en todo sentido). Otras veces anda de regular humor, pero esta vez estaba contenta y me dijo cosas que me hicieron sentir bien. Como contrapeso a su dificultad física para moverse, mi maestra tiene un entusiasmo y energía para proyectos nacionales e internacionales, que ya lo quisieran tres maestros de zumba. Ojalá se me contagie algo de tanto trabajo.
Resumiendo mi situación con mis hijas y con mi maestra, no cabe duda que mientras la panza esté llena, la vida también tiene posibilidades.

Comments:
Wende, yo estuve siempre en escuela pública (incluyendo ahorita y excluyendo la prepa) y aunque me puedo quejar de mis escuelas, mis peores recuerdos son los de la prepa particular.

Los maestros clave para tus hijas son sus papás.
 
Coincido con Lino: 'Los maestros clave para tus hijas son sus papás' aunque yo le agregaría 'y el entorno en el que crecen'.

No se preocupe por la escuela de gobierno, en serio.
 
Complementando lo que dicen Lino Y Andrealp (metiendo mi cuchara), te quiero decir que después de 14 años en escuelas privadas, católicas, decidí, a pesar de lo mala de la educación pública, que mis hijos estudiaran en escuelas públicas, salvo algunos años que pasaron en escuelas privadas, por necesidad y decisión propia.
La clave está en la influencia de los padres, y el medio ambiente claro. Las enseñanzas de los padres NUNCA serán sustituidas por las de la escuela.
Tus hijas tiene una madre muy inteligente Wendy y ,que además, está muy comprometida con ellas. Eso es insustituible y ni la mejor escuela puede hacerlo.
Animo que tienen lo más importante de su lado. Feliz día del niño tardío Wendy.
 
Personalmente creo que la prioridad de las escuelas y en general de los modelos educativos vigentes responden principalmente a cuestiones macroeconómicas de un sistema por demás enfermizo que a la colaboración en el sano desarrollo esencial del ser humano en armonía con el planeta. La diferencia en los pocos y honrosos casos la pueden provocar los padres y uno que otro maestro con verdadera vocación.
 
Posdata: se me antojó un panqueque.
 
Wendy, me uno a la opinión de los demás. Realmente no importa si es pública la escuela, sino lo que tú les aportes y lo que ellas se aporten a sí mismas, quiero decir, lecturas, juegos, amigos. Eso completa la situación. Esta es mi humilde opinión aunque no tengo hijos.
Puede que me equivoque pero ¿las iniciales de tu maestra son MP?
Saludos.
 
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