viernes, marzo 23, 2007

Sin título

¡Oye!....oyeeeeeee, no te hagas mensa
Chit! necesito concentrarme

¿Te acuerdas, te acuerdas? A ver ¿de qué te acuerdas?

De casi todo.

A que no recuerdas lo bueno... las hojas secas crujiendo a tus pies ... cras, cras y luego cras. Volteabas pa´ rriba y veías los rayos del sol filtrarse entre las ramas del enorme aguacate...cras, cras.

Sí me acuerdo.

Pero no traes el olor...el olor de la tierra roja y mojada, los gallos cantando y las gruesas paredes de la casa de Tacátzcuaro...te vestías de indita y bailabas en la fiesta a San Antonio. Las estrellas se veían y tu girabas y girabas viendo al cielo oscuro, negro con agujeros de luz

No lo recuerdo porque lloro...no mames, no se puede llorar todo el día, menos en horas de trabajo.

¿Lloras porque te gusta? Lloras porque no puedes regresar, pero sí puedes...sí puedes recordar cuando abrías la puerta apolillada, jalabas la mecedora y te empujabas ahí y pasabas las horas. Pasaban las amiguitas sin zapatos y eras una mamona...

Era una niña

Consentida y grosera, que les decías "ponte zapatos, si no, no juego contigo"

Sí que era ojeta, la verdad. Pero después yo me los quitaba también, para sentir los pies calientes entrando en el lodo...

Y meter la mano al agua clara y mover el fango del fondo...y recuerdas a tu abuelo Benigno raspándote la cara con su barba apenas crecida...su gorrito de hilo de lana, con grecas alrededor, para que no se le enfriara la pelona.

Sí, y al abuelo Arturo tirado en con el sombrero encima, y la otra mano acariciando al perro chato.

Ese perro se metía a la Iglesia en plena misa, sentado en la banca. El abuelito no dejaba que lo corrieran...era devoto ¿los animales no son de Dios o qué pues qué?. Y el chato comía aguacates, verdes los enterraba en la tierra y maduros se los comía...con los belfos verdes lo veía.... hablando de festines...

¿Te acuerdas de los besos en el cerro?

No me recuerdes eso...

Bueno, los caldos en el cerro.

Es lo mismo. Una cosa llevó a otra. Si lo vuelvo a ver me dará vergüenza.

A lo mejor ni se acuerda de tí, babosa.

A lo mejor.

El té de canela de la tía Teresa, en esas tazas blancas, como de leche. Las bañadas en el río, el chorro de agua cayendo sobre tu espalda...ah, los clavados de los primos. Que te ibas volver rana, te decían.

Las pisadas de los caballos, las miradas y las sonrisas tímidas bajando los ojos..

¿Cuándo eras más feliz?

Cuando mi abuela me decía, "Eres nueva, estás nueva, nada te duele, nada" Yo se lo creía... Déjame cerrar la puerta...¿qué van a decir si me piden un libro y estoy chillando? ¿eh? ¡Por eso no te hago caso!

Porquería, yo lo digo porque pareces otra...no recuerdas.

Ya te dije que sí.

Los recuerdos no se gastan por recordar.

Ya sé que no. Quisiera inventariarlos todos. Cuando me muera, quisiera transitar por un pasaje y envolverme en ellos. Que todos en torbellino giraran sobre mí y se me metieran dentro muy dentro. Y me paralizaran el corazón.

Comments:
Ah! los recuerdos Wendy. Tu post me trajo a la memoria unas vacaciones, en la niñez, inolvidables en un pueblito cercano a Puruándiro en casa de unos tíos (aparte de ser paisano de Felipe Calderón, tenemos origenes parecidos, nuestros antepasados son de la misma región).
La niñez tine algo, que perdemos por desgracia cuando crecemos, que nos hace disfrutar de las cosas más bellas de la vida, que resultan , para un adulto, las más simples.
Saludos.
 
Estás de vuelta! Eso es bueno, muy bueno...
 
Por cierto Wendy, no sabía donde estab Tacátzcuaro y me metí a buscar....está en le municipio de Tingüindín!, nada menos y nada más; uno de los curiosos nombres típicos de Michoacán que más diversión causan en los que no son michoacanos.
En este link está en mapa google del bello lugar: http://www.maplandia.com/mexico/michoacan/tinguindin/tacatzcuaro/
Dale un vistazo.
 
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
 
Que divino post, me encantó.
 
ahh los recuerdos, pinches recuerdos no mames. chiaales pero así hay que seguir adelante no?
 
Don Lino: Efectivamente, mis recuerdos de niñez no son citadinos. ¡Me alegra haberle recordado su niñez!
Ahora micsmo checo la dirección que me obsequió, muchas gracias.

Manuel: Así es, querido y llegué a echarte porras.

Anónimo: Muchas gracias, la forma dialogada es cursi, pero efectiva.

Hierbamala: De esos recuerdos uno se agarra pa´lo demás. No me gusta recordar y sentir tristeza, pero así me pasa.
Muchos saludos y besotes de su amiga,
Wendy.
 
Te mandé un request a tu messenger... soy el vigi... dra....
 
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