lunes, mayo 22, 2006

Los santos no lloran

Tengo tres días de vacaciones, empezando el miércoles. Sólo vengo a trabajar mañana y seré libre. No puedo evitar creer que es para siempre o que las cosas que haré serán para estar cada minuto, un poco más lejos de aquí. Quien me conoce, no se espanta de que mis planes sean una especie de círculo vicioso: veo internet, leo y salen mil ideas. Mi vida es monótona y finalmente, son pocas - pero muy pocas- las cosas que puedo hacer. Y me frustro y otra vez viene la vuelta. Yo me hacía en un congreso en Puebla, hace un mes, y no puedo ir porque no tengo dinero y porque tengo que apurar mi investigación o llegará diciembre y otro año sin titularme.
Espero que estos días realmente algo sea distinto. Tres días- es cierto- no cambian la vida de nadie, pero me la paso echando treguas. Tres días es de lo que dispongo, fuera de trabajar (cumplir con un horario más bien), los quehaceres de mi casa (que son muchos) y las necesidades de mis niñas (que son crecientes). Tal vez por esperar mucho en tiempos tan cortos me pasan mis frustraciones, pero es lo único que tengo, no hay tiempo para disciplinas ni planes. Quisiera regresar el tiempo...y aprovechar. El tiempo perdido, los santos lo lloran, decía mi abuela. Yo cuando niña, no sabía porqué, si los santos no lo necesitan, no harán nada que no hayan hecho ya. El tiempo ya no importa cuando eres santo. No me figuro a un santo llorando ¿y en el cielo?¿quién llora en el cielo? No, me decía mi abuela, ellos lloran el tiempo porque ya están muertos.
-Ah.

Comments:
Disfruta las vacaciones, Wende. Disfruta estos días lo que tienes y no pienses en lo que podrías tener.
 
CHIDO, YA TE HACIAN falta vacaciones, ahora cuantos días te harán falta para alivianarte de las vacaciones?
 
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