lunes, julio 04, 2005

Sports

En algún momento de mi vida, fui toda una estrella del deporte infantil. Y practiqué algo en la universidad, natación (aprendí bien) y lanzamiento de martillo, entrené nomás. Corría en la pista de tartán de arriba del estadio. Luego me bañaba en las regaderas. No tiene mucho sentido ahora recordar asuntos pasados, que no corresponden a este mi presente de mierda, - con sobrepeso y asmática secundaria a una neumonía-, y a mi futuro incierto pero siendo casi las ocho de la noche en el trabajo y teniendo ya como obsesión postear a lo loco, escribir hasta quedarme seca ( no saben cuánto he avanzado últimamente en mis historias) postear mucho, mucho para olvidarme pronto del blog, me dio por recordar que a los 12 años fui campeona delegacional de 400 metros con vallas. Era muy muy alta y flaca. Siempre quise velocidad, los 100 metros, pero nunca me dieron esa prueba porque no tenía buena salida, lo mío era el cierre y la aceleración final. El salto de longitud me daba pánico. Me dieron además lanzamiento de disco, pero ese nunca me interesó. Y ganaba corriendo hasta a los niños, no me costaba trabajo, seré franca. No engarrotar el cuerpo, sacudirlo. Los dedos al lado, antes de la salida, ver al frente en a sus marcas, la cabeza de pollo en listos, y en fuera, aventarse por delante y listo. Las manos a los lados, como escuadras, pero no muy fijas, no de robot. Que el aire resbale por las manos, cortarlo, sí, con las manos. Entrenaba dos horas diarias, mas otra en la tarde. Comía roñas: zanahorias, jícamas y pepinos con chile y limón como combuatible. La prueba final fué en la Ciudad Deportiva. Siempre me dijeron que no me acercara a la valla, sólo cuando corriera, pero antes no. Era fácil, pasabas la pierna que tocara, echabas el tronco hacia adelante, y veías tu pie al nivel de tu cabeza. Luego, impulsas la derecha, y la doblas lo más que se pueda. Fácil, fácil. Yo era la no. 868. Pero ahí va la burra a pararse junto a las vallas. Y ví que eran elevadas, muy grandes. Me llegaban poco más debajo de mis incipientes pechos ¡yo brincaba eso, carambas! Sí, si lo brincaba, antes yo lo brincaba y todavía tenía 80 metros finales para acelerar lo más que pudiera. Lo más, lo mejor, el cierre era mi especialidad. Salí y bien, pero en alguna maldita valla, se me atoró el empeine del pie, y fui a dar con todo y valla al suelo. Me levanté y no saben...es difícil lograr vuelo en pocos metros para la valla que sigue, pero me sentí feliz en el rebasón final, logré pasar a otras niñas, no recuerdo. Pero no alcancé a calificar. Llegué en cuarto lugar... no califiqué a las Olimpiadas juveniles o infantiles, no recuerdo.

Comments:
Lo chido es q lo hiciste...

y bueno, ya estariamos gritandote porras en las olimpiadas

pero ahora te gritamos hurras en tu blog

te sirven? :P :)

bonita semana!
 
No inventes,jamas en la vida he visto en vivo ese deporte de lanzamiento de disco...
Felicidades por los logros deportivos..y porfis porfis no te olvides pronto del blog...que es eso??
 
Lo importante y lo que cuenta es que te levantaste, lo memorable no fue la caida sino que te levantaste. saludos
 
A mí me pasó algo similar jugando basketbol en la secundaria (los detalles los dejaré para después). El asunto es que muchas veces, por las noches, sueño que tomo el balón y que, en lugar de equivocarme, anoto los dos puntos y ganamos. No se si el sueño es así o si estando un poco lúcido yo lo modifico. Es muy útil para aliviar al inconsciente.¿Te ha pasado?
 
Bellotota: muchas gracias y saludos a tu gato karateca.

Raquel: El lanzamiento de disco es complicado. Todo lo que sea lanzamiento, es una cuestión que pasa mucho tiempo para que los buenos resultados no sean obra de la casualidad, ni la fuerza, sino la técnica. El lanzamiento de martillo es muy dificil y a fuerza debes pesar más de 65 kilos para practicarlo, si no, te lleva.

Nelson: Sí, eso se ha borrado un poco.

Mr.Mustard: yo era chafa para el basquetbol, muy mala. Desgraciadamente, no sueño nada más que corro, y corro mucho y en la sensación, se desvanecen mis angustias. Cuenta esa historia en tu blog, anda.
 
Todo mi deporte universitario era correr de los vochos de auxilio unam por entre las islas jeje
 
pd.. no hubiera pasado el dopping
 
¡Manuel qué cosa! De seguro eras de esos que perfumaban las islas ¿eh?
 
bueno, a veces... jeje. Antes de TV Azteca y su brillante idea de meter cámaras
 
¡A poco metieron cámaras esos desgraciados! No puede ser, yo creía en la autonomía Universitaria...
 
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