lunes, julio 18, 2005

Huracán cervecero


Mi marido se levantó a las siete y prendió la televisión. Estaba Víctor Trujillo informando la llegada del huracán Emily, categoría rompemadres, directito al caribe mexicano. Perdida y entre brumas y murmullos televisivos soñé lo siguiente:
Estaba yo en algún paradisiaco mirador de Playa del Carmen. Todo mundo volteaba a ver a lo lejos las grandes nubes y las olas alebrestadas, claras señales de que un huracán está por llegar. Junto a mí, yo veía a un guapísimo representante del sexo masculino reportero de CNN y le decía:
-¡Ay no veo! ¿me puedes prestar tus lentes? tengo una miopía espantosa...
-¡Claro!, no importa la miopía en unos ojos tan bonitos- me decía y se los quitaba como Clark Kent y me los daba- acto seguido, seguía viendo el horizonte, sin hacerme el menor caso.
Como poseída, me ponía los lentes y veía una escena de devastación digna de cualquier filme apocalíptico gringo. Bueno, hasta en mis sueños me dije -No mames Wendy, ves mucha televisión. Me quité los lentes y ¡crack!
-(¡No puede ser, les rompí un postecito! )-Entonces se los devolvía al guapo reportero de la CNN y le preguntaba más por educación -¿Ya estaban rotos ¿no?
-¿Qué? No, no estaban rotos, claro que no.
Lo miraba con cara de incredulidad y le decía yo otra vez:
-Claro que sí, yo no los hubiera roto jamás, ¿cómo crees?- Estaba muerta de vergüenza, había dejado ciego a un reportero y a muchísimas personas que ven la tele y no están en riesgo de morir en sueños, como yo.
No sé de dónde, pero mi vergüenza se materializaba en una enorme cerveza tamaño familiar o caguama, como les decimos vulgarmente.
-Mira no sé pero... ¿quieres? le decía, tratando de excusarme. Si no le quito la ceguera, con esto por lo menos se le olvida.
-¡Sí! - me decía con mucho entusiasmo y le propinaba un beso colosal a la boquilla mientras bebía y se olvidaba completamente de mí.
Ay mujer, ya párate que ya son las siete y media, se nos hace tarde- me dijo mi esposo. Una vez preferida una caguama, no había más que soñar. Me levanté desgreñada y corrí en chanclas a la regadera.

Comments:
Es tiempo de dejar esas pastillas que te dio el psicologo.!!
 
Ya decía yo, que solo siento verguenza los fines de semana y tambien se manifiesta en cerveza...pero mi esposa no me cree del todo

Ni modo

Salud,
 
3fr41n: Las pastillas me las dió una psiquiatra. Los psoquiatras son evil y una mujer psiquiatra es dos veces evil.
Mask: Por eso duraba yo 16 horas dormida, para pescar sueños como éste, pero siempre me iba mal.
Tu esposa no comprende la generación espontánea de la cabada, mal por ella. De hecho, nunca he tomado cerveza en mi vida. ¡Salud!
 
y de vuelta a la realidad...

¡saludos!
 
el 11vo. dijo...
lo imagine tan bien que he pensado... con lo bien que me vendría una buena vacación en el mar, por mas de 20 minutos dentro, y los iones neutros, que están en la sal, permitirían desbloquear la energía atorada de cualquier extremidad, incluso la emotiva; Ahí tienes algunas cuartillas en dos post listos para publicar, si y solo si, hay un pago de por medio.
saludos.
 
jajajajajajaja!
Wendy ya te extraniaba.
 
Tú de verdad deberías meterte a analizar tus sueños, si no te danpistas por lo menos te entretienes un rato :)
 
Chela y drogas.. un hombre de lentes...no sientes que estas volviendo a la adolescencia? :D
 
Estas segura de que no tomaste la caguama antes de dormir?
 
deje esas pastillas y pongale un mejor a un churrumais con limonsito
 
ya se me antojaron los churrumais.
 
Que trancitaaaaaaa hubieras soñado con la chela esa de dos litros. Una coronota. La Caguama no pega igual ya.
 
Más respeto al dios Caguama, padre de la falta de glamour y pendejadas anexas
 
jijijiji ay wendy :P me dio mucha risa tu post...

sobre todo lo de la despertada :)
 
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