viernes, mayo 27, 2005

De manías y vergüenzas



Tengo ciertas costumbres y manías estúpidas. En algún momento se arraigaron en mi persona y no puedo quitármelas, ni apelando a la razón siquiera. Me han costado burlas, críticas y desazones. Pero es imposible, no me las puedo quitar. Son mi mayor sentido de la trasgresión a la vida adulta. Y me otorgan un grado de irracionalidad dionisiaca y burguesita. Nexos de infancia que miden a quienes me aceptan. Aquí va el recuento de mis vergüenzas:
1.- No me gusta la cebolla. La carne que coma debe ser limpia de nervios y pellejos: como sólo pechuga de pollo y la carne roja, debe ser maciza. Siempre que como, selecciono la comida. Es odioso: tomo los cubiertos y hago a un lado la cebolla, los pellejos de la carne y todo lo que no me guste, así deje más de medio plato en eso. No crean que si no hay cubiertos me reprimo, meto los dedos si es necesario sacar una cebolla. Acto seguido, no como, engullo la comida.
2.- No puedo dormir si no me lavo las manos y me unto humectante en ellas. Como avena cruda con azúcar (bueno, es mejor que la concha con frijoles, ¿no?) Me gusta mucho andar descalza (mis tíos me decían india patarrajada por eso) de bebé tuve la costumbrita de dormirme sobándole un seno a mi mamá y ahora que yo tengo los míos, pues...
3.- Tengo alma de pepenadora. En el tianguis (mercadillo ambulante) no puedo dejar pasar un montón de ropa apilada de a cinco pesos e ir a hurgar. Y sentir que hice la gran compra por sacar tres míseros jirones de ahí: ¡qué barato, mira es gap, es talbots! Eso sí, sólo compro ropa nueva, soy máster en distinguir una prenda nueva de una de medio uso. He llegado a comprar verdaderas basuras y eso me avergüenza.
4.- Me gustan las Barbies. Soy miembro del barbiecollector.com. Y he hecho barbiedades: Mi esposo me compra la Barbie navideña desde que éramos novios y no le horrorizó mi confesión. Me gustan especiamente las diferentes: Negras (como la de arriba, está muy bonita, es la de Sudáfrica) orientales, pelirrojas, latinas, abuelas. Soy armadora, llegué a la aberración de pepenar cuerpos, cabezas y hacer mis muñecas. Eso me legó una cantidad estratosférica, tengo más de veinte, creo. Más de cinco en caja, todavía. Ya perdí la cuenta y siempre miento que las voy a regalar en navidad a un orfanato. Por cierto, todavía no encuentro la Tracy que me robaron nuevecita en tercero de primaria, con un vestido tejido a gancho por mi mamá (fué un trauma) pero juro que cuando la encuentre, parará mi loca afición burguesita egocéntrica y tonta. Puedo explicar porqué me gustan, pero no es el caso.
5.- Me gustan los Mc Tríos y las hamburguesas del Mc Donald´s. Ni ver Super Size Me y a Spurlock muriéndose de un infarto puede enderezar mi camino. Siento una culpa terrible por favorecer la expansión de las malditas trasnacionales yanquis y los triglicéridos, pero es más fuerte que yo. Ayer me zampé un trío mientras veía a cómo la ciencia potencia las habilidades de unos atletas. ¡Ah cuando yo era una figura del deporte infantil! Ese es motivo de otro post.
6.- Soy un censor ortográfico implacable y que me soprendan una falta a mí, me arde como jugo de limón en el ojo.
Tengo más, muchas más. Pero basta un botón.

Comments:
Siempre es refrescante escuchar una confesión sincera, mas escrita con una pluma como la tuya que realmente puede transformar los textos. Saludos
 
Yo tambien tengo manias muy tontas. Por ejemplo:
1. Cuando lavo los trastes nadie puede tomarlos del escurridor hasta que esten completamente secos. No debe haber ni una gota escurriendo para que puedan agarrar un vaso o lo que sea.
2. Tengo la mania de guardar todos los empaques o las bolsas de lo que compro. Hace unos años, cuando todavia vivia con mi mama, tenia abajo de mi cama dos cajones llenos e bolsas de plastico de diferentes lugares. No importaba que fueran de Aurrera o de El Sotano. Ahora tengo las cajas de la plancha, la licuadora, el DVD y todo lo que hemos comprado desde que llegamos aqui.
3. Segun yo las tortillas tienen un derecho y un reves. No se cual es cual exactamente pero yo siempre lo identifico cuando las veo y cuando hago un taco le pongo el relleno del lado que debe ser.

Chin, tengo un monton de manias y mejor luego les cuento las otras en un post. Asi que si Wen me lo permite, me fusilare su idea en un futuro.
 
Esa última es una maní muuuy disfrutable... ya hablaremos de las mías, aunque me temo que algunas son inconfesables.
 
Pues yo ya lo comenté en algún post: no me gusta que se le meta mano a mi comida, ni que le beban a mi refresco. Prefiero no saludar de beso a la gente. Y soy capaz de terminar para siempre una amistad si esta persona se pone a hablar en el cine. Y aunque mi inglés dista mucho de ser perfecto, no me aguanto las ganas y corrijo a los que lo hablan mal.
 
Hola Wendy, soy brasileña e estudio español. Voy a vivir en España este año a traves de un programa de intercambio de universidades!
Me gusta mucho su blog y su manera de escribir!
saludos
estaré siempre visitándote
 
es muy bonito recordar todas tus chifladeces... a mí me gustaba ser cómplice de algunas de ellas y para otras tomarte como modelo a seguir.
 
Deberiamos hacer un club de la mania numero uno. Yo aun no comprendo como la gente se puede comer los nervios y pellejos!! guac!!!
 
Hijole, entonces se me hace que no te gustara saber que "fue" no lleva acento. O_o

=p
 
Amílcar, así es , sigo con mi costumbre heterodoxa de acentuar monosílabos.
Procuraré corregirlo, aunque no garantizo nada.
Wendy
 
Yo tambien estoy llena de manias
y como dice Ms Moon algun dia contare las mias jejeje
Saludos :D
 
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