miércoles, abril 06, 2005

Downtown Roach

Asquerosos, absténganse de este post. No lo lean antes de comer. Mi elocuencia es eficiente como un bisturí...
Dizque el Centro Histórico del DF está de moda y Carlitos Slim ha destinado mucho de su telefónico dinero a restaurar el Zócalo. Pero La Doña tenía razón. El centro huele a miados y está infestado desde hace mil años por una plaga asquerosa. Me refiero a las cucarachas.
Vivo en un viejo edificio en el centro, en una esquina donde hacen nido varias pollerías que decoran el lugar con su olor característico (de hecho en una mapa ilustrado del centro aparece un pollo corriendo despavorido sobre mi calle). Los polleros se juegan bromas y en vez de aventarse piedras, se lanzan corazones, mollejas, y cuando la bronca está gruesa, cabezas de pollo, que yacen despedazadas, se pudren al sol y las aplastan los coches al pasar. Enfrente de mi edificio tengo a El Kioskito, una famosa taquería y enfrente, de espaldas al Eje Central Lázaro Cárdenas, se halla un mercado. Y no es lo peor. Estoy infestada de ambulantes, en la base de mi edificio hay un expendio de pan, una fritanguería, otra taquería y una ferretería.
¡¿ven porqué no puedo acabar con las cucarachas nunca?! ¿porqué nunca abro mi balcón? Vivo hasta un cuarto piso...pues hasta ahí han llegado las ratas, señores. Suerte que no llegan las cucarachas tamaño caguama, por su peso, que no por que no quieran.
En tiempo de calor es un asco. Se reproducen como locas. Nunca me ha gustado cocinar en mi departamento. La cocina es chica y oscura. No voy a detallar aquí las veces que me he doblado como calcetín, por el asco y mis caras de náusea sacando la lengua que he hecho, caray, ni cambiando los pañales de mis hijas he padecido tal estímulo del nervio vago, como lo he tenido gracias a las cucas. En Iztapalacra con todo y sus tolvaneras, nunca sufrí semejante invasión.
Estoy harta de lavar los trastes antes de usarlos porque huelen a insecticida, y demás remedios: el gis chino, el bórax, las guayabas, los pepinos y como colmo de males, luego que aplasto a uno de esos nefandos animales, llega black and white y se come una cucaracha destripada. Tan huevón, ya ni las caza. Ante la superabundancia... así como la gente se hacen tamales de charales, me haré uno de cucarachas. Ptuáj!
Soy caritativa, y mi humanismo no tiene límites y se extiende a lo entomológico, mi curiosidad es ilimitada: distingo de machos y hembras, hay algunas albinas. Y cuando veo alguna por más de cuatro segundos, me entra una compasión que no vean. Angélica les dice culachas y me pongo lívida de vergüenza cuando Belén las refiere platicando, muy quitada de la pena, con sus maestras y compañeritos, que deben pensar, como ustedes, que soy una cochina y que es mi culpa estar llena de este infiernito de pepitas cafés con patas. Buéh, hasta cuando estoy en pleno aquelarre con mi esposo, me miran impávidas, paradas en la pared o algún resquicio. No hay privacidad con esos demonios cuyas antenas distingues hasta cuando estás sentadito en la taza del baño.
Nunca invito a nadie a mi casa, ya dije que no tengo amigos y no quisiera que al estar platicando alegremente, a eso de las seis o siete de la noche, comenzaran a salir las verdaderas dueñas del departamento, por las paredes, debajo de los muebles, bueno, hasta dormida se me han subido y me despierto, no sé si más horrorizada que asqueada...
Claro que todo me queda cerca, claro que no pago renta y llego en menos de cinco minutos a mi trabajo. Y el asco, priceless como leí en Mrs. Moon, pero refiriéndose a otra plaguita. No, Lino Evgueni, no sabes lo que es vivir sintiendo asco por cosas que realmente lo ameritan. Ya me ví en el espejo...ptuáj! "Mama Roach". Este sí es el fin del humanismo.

Comments:
Debe ser desesperante.

Dicen que por cada cucaracha que uno ve hay cientos de ellas escondidas por ahí.

Qué bueno que ya estás de regreso, Wendy.
 
Joder, yo vivo en Iztapalacra y... creo que no aguantaría las cucarachas.

(Dios, porqué nos pusiste en este mundo)
 
Yiakkkk
quema la casa jejeje
son horribles mi buelta tenia y NUNCA las pudimos herradicar ( y eso que no habia comida en su casa)
y creeme te entiendo es un asco l existencia de esos animales.
 
Ah esa película del departamento de Joe (gracias Raquelito, por recordármela) hace que imagine que cuando estoy echándome un round sexual con mi moreno, oiga voices como las de las ardillitas echándome porras.¡Go, go, yeah!¡Faster,faster! porque sospecho que hablan inglés.
 
Gracias a todos por sus commenta C, bienvenido.
Lino, me dió vértigo con tus cálculos.Carambilla de Ingeniero...
 
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