miércoles, marzo 23, 2005

Los jefes y el cemento

En una reunión familiar, mi mamá, médico cirujano con especialidad en anestesiología y medicina del dolor, jefa del departamento de anestesia de un hospital de zona del IMSS, salió con la jaladita de que quiere leer el Manual de la perfecta cabrona. Entre mi hermana y yo le pusimos tremenda cajetiza, no es posible, una hija de letras hispánicas y otra de letras inglesas y ella leyendo porquerías, como Los amores de Catalina la Grande y cuestiones de medicina, claro. Mi mamá pintaba al óleo y pintaba bien, no fregaderas a la Bob Ross. Se sabe un chorro de poesás, más que yo. Salva vidas a destajo, es excelente médico y eso le costó, vaya si le costó. Vaya si me costaron sus prolongadas ausencias.
Luego mi papá, abandonado por su mamá a los tres años con otras dos hermanitas y quien un maldito día, a los dieciocho años, sacó el cadáver paterno del amasijo de fierros de un volkswagen sedán, luego de chocar contra un tráiler. Que empezó cargando cajas en un laboratorio, luego como archivista, como yo, y actualmente es director jurídico, con no sé cuántas especialidades, le ha dado por oír a Luis Miguel y dormir, dormir y dormir ¡¿pero qué pasó?, tú amabas Creedence, Chicago, Boston, Santana, Kiss, Eric Clapton papá, los 70´s, ¿recuerdas? Led Zeppelin, Black Sabbath, John Denver, el Vicente Fernández Gringo, caramba, naciste el mismo día que Lennon, no puede ser que no recuerdes cuando yo era chiquilla y te veía los fines de semana: mientras yo jugaba en el jardín con mis carritos matchbox (tuve mi colección y hasta la fecha amo los carritos) o veía mi View Máster, tú te sentabas plácidamente sobre un bloque de cemento hecho piedra, y rasgueteabas las cuerdas de tu guitarra...ahora tienes unas padrísimas, una acústica, otra eléctrica, pero ¿qué pasó? ¿qué les pasó a los dos? No me lo explico, chicos, cuando llego a la casa de ellos y los veo deambulando como fantasmas, les regalo cosas que ni voltean a ver, y hasta me reclaman por gastar, dormidos cuatro horas, hasta que me harto; guiño el ojo lloroso a mi esposo, agarro mis cosas, mis hijas y me voy.
Tal vez les pasó lo que al cemento...

Comments:
Pues mis padres siguen, culturalmente, siendo los mismos que conocí durante la infancia.

Lo que sí, se han vuelto más cursis y sentimentales.

Lo más raro es que mi padre ahora es fan del papa. Hace 15 años lo único que hacía los domingos, cuando visitaba a mi abuelita, era estresarla diciéndole que todos los curas eran unos rateros.

Weird.

¿Qué será de mí en 25 años? Escucharé a Timbiriche y veré telenovelas, probablemente.
 
Bueno, tampoco hay que imponer lo que uno cree la verdad de la vida a los otros. Estoy de acuerdo en que es triste (triste para uno; no creo que para los otros)pero no tanto.
Después de haberlo sufrido tanto creo que no hay más remedio que verlo como es. No encuentro ninguna diferencia entre mi madre (que deletrea cuando lee) o mi hermano (que no hace nada) y yo (que leo ansiosamente las cosas de Dave Egger e intento progresar en esta vida). No hay ninguna jodida diferencia excepto la de que ellos ganan más dinero que yo. De ahí en fuera somos muy parecidos. Y los quiero por eso y por aquello.
 
De mis Papas el que ha cambiado es mi Papa. Lo atribuyo a que ya estamos grandes y ya puede dedicarse a disfrutar de SU vida despues de haber vivido para mi hermano y para mi. Ahorita risa y risa y viaje y viaje y ya ni nos pela.
 
Yo mejor ni hablo de este tema porque mis desilusiones respecto a mis padres son muchas. Los quiero de todos modos.
 
Mis padres a como yo los veo, han cambiado muy poco, mi mama sigue igual de neurotica que siempre solo que ahora esto es potenciado con la menopausia, mi padre, bueno mi padre atraviesa por una etapa de cambio muy fuerte, del bloque de hierro y hielo que conoci, del hombre indomable y todo poderoso al viejito tierno y sentimental que es ahora, eso para mi ha sido lo mas choqueante, deberiamos formar un grupo de auto ayuda para hijos de padres que han cambiado.
 
Queridos queridos todos: Muchas gracias por compartirme sus experiencias. Lo más tétrico de todo´para mí, es el reflejo de mío que vemos en nuestros jefes. Lo que me aterra volverme así, y que voy para allá sin topes...yo quisiera quererlos así, sin cuestionamientos, como Mauriki, pero lo triste de esto es que SABES que tus jefes te pueden dar más experiencias, más vida, que puede haber un intercambio fructífero, pero no lo hacen, sabrá Dios porqué.
 
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