martes, febrero 08, 2005

Curious style

El domingo fuimos mi hermana, mi esposo y yo a Coyoacán. Me declaro fan del Coyoacán style, tan adormecedor, tan fácil, tan light, tan caro, tan buena onda.Pero esta vez, me sentí vieja. Nunca tuve ningún recato para colgarme cuanta cháchara encontrara (Pável me decía que tenía un estilo galindesco en honor a Carmen Galindo) pero esta vez, creí que me vería ridícula, todo me gustó, pero suspirando, le hice el fuchi, pensando que eso no me daría la juventud y los bríos de antaño. Mi hermana me dijo que era la crisis de los treinta, que afecta a buen sector de los bloggeros que ella lee eventualmente, que eso no significaba más, que era sólo un número.Pero que todos los que bordeamos esa edad no podemos evitar hacer un balance de lo que hemos hecho en la vida.Y casi siempre el resultado es desfavorable, en mi caso, devastador y vergonzante.Compramos unos dibujos a lápiz de un artista polaco que le cae de perlas a mi hermana (luego ví que eran fotocopias y me sentí estafada), una almohada y nos fuimos de ahí. Creí que si me colgaba todas esas cosas coyoacanenses, antes un bálsamo alternativo y jovial para mi vida clasemediera convencional-burocrática-ama-de-casa, me iba a parecer a Lucila Mariscal en su papel de Lencha y no, francamente, prefiero ser una gorda auténtica y no mexican curious. por lo menos llevar el fracaso con dignidad y no con bolsas de peluche. Casi me compro un elfo, por cierto.

Comments:
La crisis de los 30 (o los pre-30) es muy interesante. La gente renuncia a sus trabajaos, trata de abrir negocios o se va a otro país a estudiar un doctorado. Los que están casados tienen hijos y los solteros...
 
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