miércoles, enero 26, 2005

Obtusa

Por azares del destino, hace dos días me zampé unas pastillas anticonceptivas de emergencia y desconocí a mi cuerpo, otra vez. A lo mejor para los hombres esto no es algo frecuente, pero a lo largo de la vida de una mujer sí es así, tu cuerpo va solo, y una micropastilla puede desencadenar cambios de Mr Hyde, y de ánimo también, pero esto ya mo pienso desde hace mucho, mucho. No debí casarme, no debí tener familia, debí quedarme sola siempre, como nací, y como viví hasta que me hice ilusiones. Uno siempre quiere tener lo que no tuvo, y yo no tuve familia.Viví con mi abuela, cuatro tíos más y uno alcohólico hasta que tuve nueve años, llegó mi hermana y mis papás se "juntaron":porque nunca fuimos una familia, siempre lo entiendí .No compraban muebles para no gastar, no salíamos a comer porque era mucho dinero, no al cine porque ya está bien caro, ropa de segunda, siempre éramos unas latosas pedinches, siempre la tele pendeja prendida, siempre cada quien comiendo en su recámara, como imbécil, eso sí, mirando su propia tele. La única sonrisa que le conozco a mi papá era la que le sacaba ese puto aparato, no más.Eso sí, siempre trataron de pagarme "buenas escuelas" aunque mi primaria fué accidentada porque me cambiaron seis veces.Creo que mis jefes nunca me tomaron afecto, nunca se encariñaron conmigo.Por eso mi mejor ámbito era la escuela: con ella me evadía y encontraba un lugar que ni con chochos hubiera ganado en mi casa. Las matemáticas nunca las pude entender, para todo lo demás, era buena, pero no excelente. Pero me ganaba la imaginación: los comerciales de los cereales, las comidas con la gran familia coca cola me hacían soñar con tener una familia...en serio, los comerciales eran mi fuente de inspiración, yo quería una casa así, una familia así...por lo menos pensaban que yo era "inteligente"porque leía libros, porque me gustaba la música clásica y todo eso (bah! no era para tanto, siempre he sido presuntuosa). Pero todo eso se fue al carajo cuando a los quince conocí un tipo cuyo único interés, era yo. Ególatra como siempre, estuve con él porque me sacaba al cine, me llevaba aquí y allá y porque lo amaba, no lo negaré, auque hubiera querido que hiciera algo para él mismo.Y me quedé con él desde los quince, mi primer y única pareja, desde los 15 a los 27 que tengo ahora, que me siento atrapada en una institución social que aniquila al individuo, todo lo que yo era o alguna vez quise ser, lo dejé por mis absurdas ilusiones.Y no puedo dejar la burocracia porque tengo una familia que mantener, porque escogí el camino de la abyección, nunca me lo cuestioné, no tenía elementos para hacerlo, y ahora veo que ya es tarde y cuando me pregunto si vale la pena que amanezca, me respondo que no, que todos los días son iguales, y que un buen día me voy a despertar y me jubilaré de este lugar "la casa de los autores", donde según se protege legalmente el trabajo intelectual de los creadores de México y donde todo es inmóvil, y entonces sí, botada y decadente (pero porqué esperar hasta entonces) gorda y sumida en la mierda diaria de matrimonio y burocracia everyday, podré alzar la mirada en alto, erguir el pecho, mirar mi alrededor desafiante y diré: "ahora sí que estoy de la chingada". Y me iré a la Facultad a vender fritangas.



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