Zegma

Siempre estoy pensando mil cosas chidas qué postear en esta madre que nadie lee. Y en cuanto me siento se me van todas de la maceta. Como sea, estoy en el trabajo, feliz por estar sola y congelada, sin toda esa gente a la que le sonrío por compromiso y platico de cosas banales. Estoy solita, sin el desmadre de mis hijas, las monstrellas. El pobre de mi babe debe estar sufriendo las de Caín con las chiquitillas...y a mí me quedan todavía dos días de paz y armonía burocrática. Mi nuevo año empieza con los mismos propósitos de hace...tres años aproximadamente. Esta navidad la pasé media aguada, pero la salvó la ternura inesperada de mi casi-siempre-depresiva hermana. Pero lo que más he hecho es recordar otras navidades que sí fueron de antología y eso me hace pensar en primer lugar, que estoy vieja, y en segundo, que mi Alzheimer no es tan grave como yo siempre creí. Ahhh navidades en las que me porté mal, muy mal, pero la verdad no me arrepiento, lo volvería a hacer y tal vez mejor. Otras en las que de verdad, estuvimos todos juntos, sin metáforas, sino literalmente. En fin , recuerdo todo y como leí en una página de autosuperación chafa, hay que desprenderse de lo que ya no te sirve, así que estoy comenzando a despedirme (no sin algo de incomodidad) de la idea de que mi mejor amiga me hablará para vernos próximamente. Pero cada vez que recuerdo que desapareción de mi vida luego de pedirme 200 pesos y buscarse un nuevo novio, me acuerdo de porqué no le hablo yo. Pero bueno, los amigos me faltan y los suplo con las visitas ordinarias a otros blogs, donde me siento parte de una comunidad que me ignora ¡qué le vamos a hacer!, así es el espacio bloggeril. Saludos Güera.A ver cuándo carajos me lees.