jueves, diciembre 30, 2004

La primera vez que nos rompieron el hocico

Esta leyenda de indios sudamericanos (no me pregunten cuáles) la leí en un libro del gran André Malraux, ahí les va:
En el pasado, no había mujeres: para el nacimiento de nuevos bebés, los varones simplemente eyaculaban dentro de grandes calabazas, donde se formaba y crecía la criatura hasta romper su gran huevo, y salir al mundo.
Sin más, una noche bajaron las mujeres desde el cielo, descolgándose mediante unas lianas larguísimas. Escondidas en la oscuridad, acabaron con la comida que los hombres habían juntado en su cacería. Amaneció y los hombres se encontraron sin comida y así pasó durante varias noches, hasta que, espiándolas, las descubrieron y una noche, les cortaron las lianas para que no pudieran regresar al cielo nuevamente.

Los hombres las vieron y les parecieron hermosas, si bien eran salvajes y los trataban mal. Ellos, sin pensarlo mucho, escogieron una para cada quien y desde luego querían cohabitar con ellas, pero había un tremendo problema: tenían dientes en la vagina y comían también por ahí (por eso comían desmesuradamente rápido; tenían dos bocas) y no fuera que en el himeneo, les comieran los penes... ¡uy! eso los horrorizaba ( imagínenesennnnnn).
Los hombres consultaron al gran shamán para saber qué hacer. Una noche fría, hombres y mujeres se arremolinaron alrededor de una fogata y ellas dejaron a la vista la horrorosa pero ansiada segunda boca. Pero esta vez, los hombres tenían un plan (¡ja!) y arrojaron piedras a aquellas profundidades, rompiéndoles los todos los dientes, excepto uno ( el actual clítoris). Acto seguido, esa noche no fué fría ni un minuto más.


Comments:
El mito es en todo caso sensual, como sea, no cualquier pueblo tiene un mito para explicar el clítoris.
Si algún día lo encuentras, me gustaría leerlo. Nos vemos.
 
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